El concepto del proyecto planteado por schleicher.ragaller se organiza mediante la idea de niveles divididos para facilitar una organización más eficiente, con orientación este, donde el parque cercano se convierte en el protagonista facilitando vistas a la vegetación que pretenden ayudar a la concentración y el estudio. El acceso se produce a través de una rampa cubierta que permite la entrada al comedor superior que también ofrece una zona multifuncional para invitados. Además, gracias a un escenario móvil, la sala puede acoger diferentes programas. Desde el comedor se puede acceder a una terraza en la azotea que ofrece a los alumnos una impresionante vista de los jardines de Hohenheim.
El edificio tiene una envolvente construida con ladrillo claro y hormigón prefabricado cuidadosamente ejecutado, que ordenan el alzado y crean un vínculo de proyecto con el «Paracelsus Grammar School». En el interior, la madera de fresno y la entrada fraccionada de luz por gracia de las rejillas de los techos, hacen del espacio un lugar cálido y sereno. Las mesas redondas del comedor invitan al comer en compañía.
Comedor Körschtalschule por schleicher.ragaller. Fotografía por Zooey Braun.
Descripción del proyecto por schleicher.ragaller
El objetivo de la construcción del nuevo comedor escolar surgió de la demanda de un servicio de restauración conjunto para los alumnos de la Körschtalschule y el Paracelsus-Gymnasium. También había que construir dos aulas adicionales.
Con su diseño compacto, el nuevo edificio se integra armoniosamente en la urbanización existente, creando un diálogo con el pabellón deportivo y formando a la vez una clara estructura urbana. Para preservar la zona de recreo de los alumnos, el edificio se sitúa en el límite oriental del solar. El voladizo del edificio permite conservar íntegramente la zona de juego libre, situada al oeste, y que los alumnos puedan seguir utilizando como zona de descanso y ocio.
El nuevo edificio se organiza en varios niveles: El concepto de niveles divididos permite una distribución de las salas eficiente pero generosa, lo que hace que el edificio sea compacto y funcional al mismo tiempo. El acceso se realiza a través de una rampa que conduce directamente a la entrada principal. Un camino de conexión desde el Paracelsus-Gymnasium también está cubierto para ofrecer a los alumnos una transición cómoda y protegida de la intemperie. El comedor superior, destinado a los alumnos de secundaria, ofrece también una zona multifuncional para invitados. Gracias a un escenario móvil, la sala puede transformarse en un espacio de reunión para encuentros o actos. Además, el comedor superior cuenta con una terraza en la azotea que ofrece a los alumnos una impresionante vista de los jardines de Hohenheim.
Las nuevas aulas están situadas en un lugar tranquilo y orientadas al este, hacia el parque vecino. Esta disposición ofrece a la vez un retiro para el aprendizaje concentrado y una agradable vista de la vegetación. Todo el nuevo edificio está libre de barreras y es de acceso universal. Un ascensor central conecta todos los niveles del edificio y garantiza así un acceso sin restricciones.
Se ha prestado especial atención a un diseño interior agradable y acogedor. Los paneles de madera de fresno de color claro crean un ambiente agradable. Las rejillas de los techos no sólo sirven para regular la acústica, sino que también dirigen la luz natural al interior de las salas. En el comedor de primaria, unos nichos redondeados hechos con listones de madera invitan a los niños a comer juntos.
El exterior del nuevo edificio también armoniza con los edificios circundantes. La nueva fachada de ladrillo claro reproduce el revestimiento de ladrillo del gimnasio vecino. Bandas prefabricadas de hormigón ordenan el alzado y crean un vínculo de proyecto con el «Paracelsus Grammar School».
El nuevo edificio del comedor utiliza diversas tecnologías modernas con especial atención a la sostenibilidad. Un sistema fotovoltaico en la superficie verde del tejado contribuye a la generación de energía, mientras que el calor se distribuye mediante un sistema de control de la temperatura del suelo energéticamente eficiente. Unas perforaciones geotérmicas en el patio del colegio aseguran el suministro de energía y, al mismo tiempo, permiten una refrigeración ecológica del edificio en los meses de verano. Así pues, el nuevo edificio no sólo ofrece una solución funcional para el funcionamiento de la escuela, sino que también cumple las normas ecológicas más estrictas.
