La Trienal de Lisboa, en su sexta edición comisariada por Cristina Verissimo y Diogo Burnay, asume también parcialmente esta tendencia crítica, a veces excesivamente redentora, marcando algunas diferencias, al aportar vías de ilusión, utopias y optimismo con interesantes propuestas como la exposición «Visionarios» situada en Culturgest.
La exposición, una de las cuatro que articulan el cuerpo principal de la Trienal, ha sido comisariada por Anastassia Smirnova con SVESMI y diseñada por el estudio «Bureau».
Con cierto grado de necesaria ingenuidad y también de recuperación por ilusionar, por insuflar ánimo, la exposición propone ideas creativas en «Visionarias», en la que muestra un grupo de propuestas, muchas ocasiones planteadas por heroes anónimos para el gran público, con algunas ideas que son pequeñas joyas.
La exposición se compone de diferentes salas, escondidas tras una gran e inmensa cortina gris (buena metáfora) en la que el visitante tiene que ir descubriéndolas, descorriendo la inmensa cortina y accediendo a cada uno de los recintos donde se muestran estas visionarias propuestas.
«Visionarios» por Anastassia Smirnova with SVERMI / diseño Bureau. Trienal de Lisboa. Fotografía por Sara Constanca.
El viaje comienza con una reflexión sobre los muros verticales verdes para pasar rápidamente a la propuesta de Auroville, la ciudad proyectada in situ, en un terreno completamente virgen en Tamil Nadu por Roger Anger (1923-2008), quien dejo su estudio en pleno apogeo profesional y se traslado a la India para responder a la llamada de Mirra Alfassa, una gurú franco-india que quería crear desde cero una ciudad donde «el valor individual tuviera una importancia mucho mayor que la riqueza material y la posición social». A continuación se presenta las propuesta de Anupama Kundoo y las de Dom Hans van der Laan.
Impulsada por esta atractiva idea de que cualquier arquitecto puede ser un héroe potencial, la exposición «Visionarios» va descubriendo, detrás de la cortina, sus pequeños tesoros, que van desde las acuarelas de la desconocida Galina Balashova, «la mujer que domesticó el cosmos», por sus propuestas durante la década de 1960 para hacer más cercanos los espacios interiores de la Soyuz. La oficina de diseño experimental OKB1, estructura encargada de desarrollar prototipos voladores para el programa espacial soviético, encargó a esta arquitecta soviética el diseño de los interiores de la primera estación Soyuz.
Acuarela de Galina Balashova. «Visionarias» por Anastassia Smirnova with SVERMI / diseño Bureau. Trienal de Lisboa. Fotografía por José Juan Barba.
Con Balashova se presentan los sugerentes espacios y viviendas de los japoneses Tomoaki Uno Architects y la cueva vivienda de los españoles Ensamble Studio «Vuelta a la cueva».
Esta primera sección de obras y salas (la exposición ha sido diseñada siguiendo un recorrido en «U») nos lleva a uno de los espacios mas interesantes, ocupado en primer lugar por «La menor unidad habitacional» «The Smallest Living Unit» una propuesta de Bruno Munari «Abitacolo» de 1971, que ha sido recuperada y puesta nuevamente en producción el año pasado, acompañada de la escenificación de Mila Baumann (2022). En segundo lugar destacar el siempre interesante Aristide Antonas, con su manifiesto «La Victoria de la cama / The Victory of the Bed» escrito sobre una larga sabana suspendida del techo.
Esta segunda sección se completa con Ultimate Compost Club y la propuesta de Green Neufert, 2019-2022, los aseos públicos realizados en Tokio con motivo de la celebración de los último juegos olímpicos.
La tercera sección recupera la búsqueda detrás de las cortinas y la primera sala bajo la idea de «On Stage» reflexionando sobre la idea de lo privado y lo público, muestra los trabajos de los españoles Andrés Jaque / Office for Political Innovation con el proyecto «Hybrid Infraestructure: RUN RUN RUN», Madrid (2019), y Selgas Cano con Second Home Hollywood Offices, LA (2019), acompañados por SVESMI con «Inhabiting a museum».
Terra Artificial. «Visionarias» por Anastassia Smirnova with SVERMI / diseño Bureau. Trienal de Lisboa. Fotografía por José Juan Barba.
Las dos ultimas salas son dedicadas a Terra Artificial, y la construcción de nuevas islas artificiales, con diferentes funciones y como detonantes de nuevas respuestas de regeneración y transformación de nuestros ecosistemas marinos ante el cambio climático. El recorrido termina, sin haberte dado cuenta de que llegas al final, con reinterpretations, donde se presenta las propuestas más contemporáneas, como «Sublime belleza, Sublime Sostenibilidad», Super St. Catherine de MVRDV.
Un recorrido sugerente, atractivo e inteligente, con el que sientes que te hierven las ideas y confirmas esa apasionante idea de heroes visionarios, que todos los arquitectos tienen como potencial en la capacidad transformadora de su trabajo.