«La gran ola», un gran auditorio exterior con capacidad para 12.000 personas configurado como un manto verde al que se le une una sala de conciertos para 3.500 personas con una piel de geometría hexagonal que tienen su continuidad formal en dos torres de oficinas, con museo y salas de ensayo.
Las «Ballenas», son seis edificios en la orilla (las primeras piezas del conjunto terminadas en 2017). Seis "live houses" de diferentes tamaños, con cubiertas vegetales, para eventos y conciertos, todas ellas unidas por un aparcamiento subterráneo.
Los «Delfines», cinco restaurantes elevados sobre pilares y conectados por una pasarela que se convierte en el gran hilo conector con el que se vinculan las dos grandes zonas divididas por el río Love.
«El coral» o Exhibit, un centro de exposiciones y área de usos múltiples al aire libre, con una amplia cubierta compuesta por módulos hexagonales que apoyan sobre un bosque de pilares que permiten grandes luces.
La intervención se remata con un proyecto urbano en el que se integra un gran parque y paseos que conectan el proyecto con la ciudad.
Complejo y Centro para la Música Pop por Monteserin Architects y Equipo. Fotografía por Su, Bo-An
Descripción del proyecto por Monteserin Architects
Junto a la desembocadura del río Love, el proyecto se ubica en la ciudad portuaria de Kaohsiung, al sur de Taiwán. En este enclave tan particular donde el agua se manifiesta como el eje central de la vida de los taiwaneses —tanto a nivel económico con el puerto más grande de Taiwán, como a nivel urbano con el río Love dibujando una línea divisoria entre las dos partes de la ciudad, como a nivel ambiental donde la humedad relativa oscila entre el 60% y el 80%—, el Centro de la Música Pop propone un paisaje de geometrías rescatadas del fondo marino.
Espumas, corales, algas, olas y animales acuáticos, se ordenan por la superficie y se especializan en usos concretos, así, cada pieza manifiesta una personalidad propia y un reto formal y, al mismo tiempo, se integra dentro de un ecosistema común.
El impulso conjunto entre el Ayuntamiento de la ciudad, el Ministerio de Cultura y el gobierno central de Taiwán para dotar al área portuaria Kaohsiung de una nueva dimensión cultural, cobra su máxima expresión con el centro dedicado a la música pop. La industria del pop, tiene un fuerte calado identitario en la sociedad de esta parte de Asia.
En Taiwán, debido a su historia y situación geopolítica se ha desarrollado un estilo singular, donde conviven muchos elementos culturales y en el que comienza a reivindicarse, cada vez más, la tradición propia. Del mismo modo, el proyecto, filtra la tradición entre arquitecturas icónicas y, al mismo tiempo, propone un diseño flexible en el que pueda caber el programa pero también, la reapropiación cultural de los usuarios.
El ecosistema de arquitectónicas que componen El Centro de la Música Pop de Kaohsiung son:
1. La GRAN OLA, con un auditorio exterior para 12.000 personas, una sala de conciertos para 3.500 personas y dos torres con programa de oficinas, museo y salas de ensayo.
2. BALLENAS, seis live houses para eventos, conciertos o presentaciones.
3. DELFINES, cinco restaurantes conectados por una pasarela.
4. El CORAL o Exhibit, un centro de exposiciones y área de usos múltiples al aire libre.
5. Una serie de parques y paseos que conectan toda la intervención.
Complejo y Centro para la Música Pop por Monteserin Architects y Equipo. Fotografía por Yi-Hsien Lee
Todo el complejo está diseñado para dar respuesta al programa, pero también para que puedan surgir actividades espontáneas cuando no hay conciertos. De esta forma, las piezas arquitectónicas acomodan las estancias interiores y a la vez, se vuelcan sobre el exterior generando diferentes espacios de reunión.
1. La GRAN OLA. Dos auditorios y dos torres en Kaohsiung
La GRAN OLA consta de dos grandes auditorios —uno al aire libre con capacidad para 12.000 personas y otro cubierto para 3.500 personas— y dos torres que rematan respectivamente cada uno de los auditorios.
El auditorio exterior se configura sobre un manto verde. Los espectadores se distribuyen por todo el área vegetal que se convierte, con pequeños gestos topográficos, en el espacio más flexible y adaptado a los diferentes espectáculos y grupos de personas. La torre más pequeña alberga el escenario y cierra la intervención.
El auditorio cubierto funciona como el gran zócalo sobre el que emerge la torre más alta. Su piel exterior se pliega a través de la geometría hexagonal y se despega del suelo permitiendo los accesos al edificio. El espacio del vestíbulo queda comprendido entre la piel exterior y la sala de conciertos.
Por su parte, la sala de conciertos se abre como un abanico con cinco bloques de graderíos separados, entre los cuales se produce la conexión con el vestíbulo. El diseño de la trama hexagonal que conforma la cubierta del auditorio continuará dibujando la fachada de la torre principal.
Las dos torres son el elemento más icónico del Kaohsiung Pop Music Center. En ellas se distribuyen los espacios destinados a la industria musical: salas de ensayo, oficinas, exposiciones, etc.
Cada una emerge respectivamente de uno de los auditorios: la más alta da continuidad a la Sala de Conciertos mientras que la más pequeña sirve de telón de fondo para el auditorio al aire libre.
Las torres, inicialmente, se concibieron separadas, pero hubo que replantearse su posición para proteger del impacto acústico a las zonas residenciales colindantes. Finalmente se colocaron espalda contra espalda generando, entre ellas, una grieta a modo de gran atrio de acceso.
Estas torres forman parte del skyline de la ciudad y se pueden reconocer fácilmente desde cualquier punto, conduciendo al visitante al puerto, como un gran faro.
La piel de geometría hexagonal, además de permitir la continuidad entre el plano horizontal de la cubierta del auditorio y el plano de fachada de la torre, consigue un cambio de percepción en la escala del edificio.
Es difícil medirlo a simple vista en relación con los otros edificios del entorno próximo porque sus parámetros de medida no están determinados por forjados separados a tres metros. Es un ser de otro planeta asomado entre los bloques prismáticos de la ciudad.
2. BALLENAS Live Houses en Kaohsiung
Los Live houses o “ballenas”, son una serie de espacios, que se asoman al mar, para organizar eventos, conciertos o presentaciones. Fueron las primeras piezas que se terminaron (en 2017) de todo el complejo. Son seis, dos grandes (XL), dos medianas (M) y dos pequeñas (S) y están conectadas por un gran aparcamiento en el sótano.
Lo más característico de los Live Houses son sus cubiertas vegetales que, además, son transitables. Las espaldas verdes de las ballenas aparecen en las calles que desembocan en la bahía, curvando el horizonte de la ciudad e incitando a los viandantes a subirse a sus lomos para contemplar el atardecer sobre el puerto.
A nivel urbano, las ballenas se disponen retranqueadas a varios metros del borde para permitir un gran paseo peatonal junto al mar. Los usos se mezclan y se combinan: mientras el paseo se llena de food trucks y puestos de comida callejera, en las cubiertas de los Live houses se pueden bailar sesiones de música electrónica y en el interior, asistir a presentaciones de videojuegos o a conciertos de jazz.
3. DELFINES. Restaurantes del Centro de Música Pop de Kaohsiung
Los Delfines recorren, paralelos al tranvía, todo el Kaohsiung Pop Music Center. Son una espina dorsal que cose las dos grandes zonas divididas por el río Love.
Los cinco Delfines, con uso de restaurante, se elevan sobre pilares dejando libre el acceso al recinto por todo el perímetro. Desde la pasarela que los une, se puede pasear teniendo una perspectiva diferente de la bahía y cruzar al otro lado del río.
4. El CORAL (Exhibit). Centro de Exposiciones de Kaohsiung
El Coral ocupa el área central del Kaohsiung Pop Music Center. Se trata de una gran cubierta a base de paraguas hexagonales unidos que apoyan sobre pilares ramificados (tomando como referencia los de Frei Otto).
Es la pieza que más modificaciones ha sufrido desde su diseño inicial hasta su fase final. En la fase de concurso, El Coral se proponía como una cubierta vegetal y transitable bajo la cual se alojaría un night market (mercado callejero de comida y ocio típico en Taiwán). Este mercado garantizaría la vida y animación en la bahía los días que no hubiese conciertos o actividades programadas.
Tras el fallo del concurso, el gobierno sugirió hacer una gran sala de exposiciones cerrada y climatizada (los espacios climatizados son muy frecuentes en Taiwán debido al clima tropical). Finalmente, se decidió mantener la cubierta como el diseño más eficaz para combinar espacios cerrados, que contienen programa comercial y de exposiciones, y espacios abiertos en sombra donde, de forma espontánea, se desarrollan una gran diversidad actividades (mercadillos, bailes callejeros, teatros, etc).
Los pilares ramificados que permiten muy pocos apoyos y grandes luces, junto con la flexibilidad que posibilita el uso del módulo hexagonal, han sido claves para generar un diseño muy versátil y adaptable a las modificaciones tanto del programa, como de la superficie que se han ido dando a lo largo de todo el proceso. Esta adaptabilidad también será clave a la hora de albergar distintos programas en el futuro.
5. LOS PARQUES Y PASEOS
El proyecto culmina con un diseño urbano integral con paseos y un gran parque en la desembocadura del río Love. El clima húmedo tropical taiwanés, garantiza que en pocos años la zona se pueble de vegetación exuberante y pueda convertirse en uno de los pulmones más importantes de una ciudad industrial tan afectada por la contaminación.
LA HISTORIA DEL PROYECTO
En estos diez años, desde que se ganó el concurso hasta que se ha terminado de construir todo el complejo del Centro de la Música Pop, han ocurrido muchas cosas, ha sido toda una aventura con momentos muy complicados y otros muy satisfactorios. Yorokobu sacó este artículo donde se cuenta esa otra historia que también forma parte del proyecto, tanto como su diseño o su ejecución.
SOBRE DIFUSIÓN Y FOTOGRAFÍA
Durante todo el periodo de ejecución del proyecto hasta su culminación, se ha tomado la decisión de recopilar y compartir, por las redes sociales, las imágenes creadas por los visitantes. Un caleidoscopio pop para que sean los propios usuarios los que decidan cómo quieren narrar El Centro de la Música Pop.