El escenario urbano de la ciudad de Ámsterdam, entre sus variadas peculiaridades, se encuentra la proporción de huecos que componen las fachadas, encontrándose éste valor entre el setenta y el ochenta por ciento de transparencia. Unos telones urbanos que nos hablan del interés e importancia que suscita y pone gratamente de manifiesto la luz como factor de diseño de la Arquitectura en una ciudad, que raramente y en contadas ocasiones aparece los rayos de sol. Fachadas que continuamente se despojan y liberan de la masa construida, dando valor y protagonismo al hueco configurando la abertura del telón interior.
Como norma general, suelen atender a una morfología de carácter rectangular y alargado en lo que a su vertical se refiere, ausente de elementos de ornamento y protección, observando en contadas ocasiones motivos naturales a modo de maceteros de flores. Las carpinterías se dibujan y desdibujan en torno a mallas reticulares con unas dimensiones mayores o menores, pero en la mayoría de los casos guardando un lenguaje de ordenación y control con la fachada en la que se disponen.
Marco de vida. Fotografía © Francisco Peláez Marín.
Pero si algo diferencia estos marcos, es el comportamiento de los actores que se ubican tras ellos, los cuáles nos narran en directo la vida diaria de las familias desprovistas de ese pudor a ser vistas y que muchas veces no nos deja ver más allá. Una especie de televisión que retrata en tres dimensiones y sin censura, las diferentes y siempre inquietantes maneras de vivir de gente de todas las edades.
Recuerdo varias imágenes que por su contenido en el momento en el que fueron concebidas, se instalaron de manera ipsofacta en esa buhardilla de mi memoria. Una de ellas tuvo lugar en el barrio del “ Jordaan”, un lugar donde se asienta principalmente la clase media-alta de la ciudad, dónde tímidamente aparecen unos bares iluminados con lúgubres candelabros típicos de cuento. Aquel día, mientras un amigo y yo tomábamos un vino blanco a las siete y media de la tarde, una mujer acostaba a su hijo en la cuna mientras el marido terminaba de fregar los platos de la cena.
La vivienda se encontraba sumida en un silencio que contagiaba paz y tranquilidad a unos juguetes y a unos cuentos que se apilaban en el mueble blanco situado enfrente de la cama .Acciones que denotaban que ese día estaba llegando, al menos para algunos, a su fin. Ambos nos quedamos perplejos y atónitos ante lo contemplado tras aquella ventana, cuyos actores eran totalmente conscientes de que estaban siendo observados; el elemento separador de la privacidad desaparecía.
Barrio Rojo. Fotografía © Francisco Peláez Marín.
Pero si existe un tipo de hueco en esta ciudad digno de ovacionar y catalogar como se merece, es aquel que coloniza el zócalo de los edificios del conocido Barrio Rojo. Unas ventanas teñidas de rojo que se convierten en escaparates de atracción y seducción del personal, mostrando esa otra manera de vivir. Un ambiente urbano especial.
Independientemente de su carácter, morfología o disposición, estos marcos de narración en tiempo real nunca duermen.
IN TREATMENT [>2] - METALOCUS.
DIRECTOR: JOSÉ JUAN BARBA. COORDINACIÓN: INÉS LALUETA. ORGANIZACIÓN: INÉS LALUETA, PEDRO NAVARRO. INVITADOS SEGUNDA TEMPORADA: JOSÉ JUAN BARBA, JAVIER SANCHO, FRANCISCO PELAEZ, MICHAEL MORADIELLOS, MELISSA SCHUMACHER, VERÓNICA ROSERO, AINHOA MARTÍN.