En un enclave único, en la laguna de Bacalar, conocida por tratarse del arrecife de agua dulce más grande del mundo, el colectivo de arquitectura
Colectivo C733 ha desarrollado un proyecto con gran ingenio y abstracción para crear un observatorio por el que se puede pasear y admirar la riqueza natural de la flora y la fauna del entorno, con el menor impacto posible.
Siguiendo la estrategia de reducir al mínimo el programa requerido para que un tesoro evolutivo de extraordinario valor, con una enorme fragilidad y amenazado por el crecimiento de la mancha urbana, se realiza un muelle con una planta cuadrada orientado al norte y con altura variable, pensado para no tocar al mangle ni sus árboles y para deslizar al visitante casi flotando sobre la laguna en la que se encuentra.