La propuesta proyectada por Nieto Sobejano, junto a los paisajistas Topotek 1, plantea un diálogo con los tres principales elementos históricos arquitectónicos del lugar: el Palacio Imperial (Kaiserpfalz), la huella del claustro de la antigua Colegiata ya desaparecida, y los restos de la cimentación de la muralla medieval. La decisión de dividir el conjunto en tres volúmenes distintos minimiza el impacto de la intervención en el contexto y respeta la memoria del trazado original de la muralla.
Tres patios de planta cuadrada -como eco de la huella del claustro de la Colegiata- articulan los espacios interiores de ambos edificios.
La horizontalidad del proyecto queda acentuada por medio de una amplia plataforma concebida como una terraza ajardinada que interactúa con el paisaje circundante y unifica los diferentes cuerpos de la intervención. La escala pública del centro de congresos y la más privada del hotel se expresan a través del tratamiento de los huecos y el revestimiento exterior de pizarra en las fachadas, evocando la tradición constructiva histórica y material de la ciudad de Goslar.
Tres patios de planta cuadrada -como eco de la huella del claustro de la Colegiata- articulan los espacios interiores de ambos edificios.
La horizontalidad del proyecto queda acentuada por medio de una amplia plataforma concebida como una terraza ajardinada que interactúa con el paisaje circundante y unifica los diferentes cuerpos de la intervención. La escala pública del centro de congresos y la más privada del hotel se expresan a través del tratamiento de los huecos y el revestimiento exterior de pizarra en las fachadas, evocando la tradición constructiva histórica y material de la ciudad de Goslar.