Montevideo y el arte callejero. Música omnipresente
Las tradicionales comparsas de candombe hacen retumbar los tambores casi todos los domingos del año, preparando la actuación del siguiente carnaval. Los buses urbanos ("ómnibus" para los montevideanos) son abordados por músicos callejeros con cuidadas actuaciones que ponen banda sonora al viaje en el ruidoso transporte público que recorre la ciudad. Entre los pasajeros, una regla no escrita: el aporte económico es opcional, el aplauso casi obligatorio.
El circo callejero. Parques y semáforos
De un tiempo a esta parte, cada vez más acróbatas, malabaristas, clowns, y artistas de circo en general se dejan ver en los parques ensayando sus actuaciones y compartiendo experiencias y rondas de mate (bebida omnipresente en las reuniones uruguayas) entre los árboles.
Haciéndose un lugar entre el desordenado tráfico de la ciudad, ofrecen espectáculos efímeros en los semáforos más transitados, donde estos pintorescos personajes realizan peligrosas proezas acrobáticas o demuestran su pericia para los malabares en vistosas coreografías. Ahogados por la corta duración de una luz roja, son recompensados con un par de monedas, un bocinazo cómplice o una sonrisa por conductores y transeúntes.
Grupos de circo y varietés
A partir del crecimiento de esta corriente artística surgen grupos autogestionados para potenciar el desarrollo del circo como disciplina artística en Montevideo. Revitalizando y adaptando viejos galpones abandonados y espacios en desuso, estos colectivos sin fines de lucro ofrecen clases de circo y realizan "varietés" para sustentarse y mostrar sus creaciones. Heredera de los espectáculos callejeros, la modalidad elegida suele ser "a la gorra", para que cada uno aporte lo que pueda y nadie quede afuera.
Las tradicionales comparsas de candombe hacen retumbar los tambores casi todos los domingos del año, preparando la actuación del siguiente carnaval. Los buses urbanos ("ómnibus" para los montevideanos) son abordados por músicos callejeros con cuidadas actuaciones que ponen banda sonora al viaje en el ruidoso transporte público que recorre la ciudad. Entre los pasajeros, una regla no escrita: el aporte económico es opcional, el aplauso casi obligatorio.
El circo callejero. Parques y semáforos
De un tiempo a esta parte, cada vez más acróbatas, malabaristas, clowns, y artistas de circo en general se dejan ver en los parques ensayando sus actuaciones y compartiendo experiencias y rondas de mate (bebida omnipresente en las reuniones uruguayas) entre los árboles.
Haciéndose un lugar entre el desordenado tráfico de la ciudad, ofrecen espectáculos efímeros en los semáforos más transitados, donde estos pintorescos personajes realizan peligrosas proezas acrobáticas o demuestran su pericia para los malabares en vistosas coreografías. Ahogados por la corta duración de una luz roja, son recompensados con un par de monedas, un bocinazo cómplice o una sonrisa por conductores y transeúntes.
Grupos de circo y varietés
A partir del crecimiento de esta corriente artística surgen grupos autogestionados para potenciar el desarrollo del circo como disciplina artística en Montevideo. Revitalizando y adaptando viejos galpones abandonados y espacios en desuso, estos colectivos sin fines de lucro ofrecen clases de circo y realizan "varietés" para sustentarse y mostrar sus creaciones. Heredera de los espectáculos callejeros, la modalidad elegida suele ser "a la gorra", para que cada uno aporte lo que pueda y nadie quede afuera.