Memoria del proyecto
El pintor noruego Harald Sohlberg (1869-1935) estuvo en la zona de la montaña Rondane durante varios años para hacer estudios sobre su trabajo más famoso, Winter Night in the Mountains. El motivo era una suma de bocetos de varios puntos fijos. La posición más reconocible era cercana a dónde el mirador está construido hoy.
La negra silueta de los pinos del primer plano es una cualidad significativa de las pinturas, estructurando el casi luminiscente paisaje de invierno. Todavía hoy el sitio tiene una cierta cualidad dinámica, entre la creciente densidad de pinos de la colina y las distantes montañas. Esta relación llega a ser el punto de inicio de la geometría y de la estructura de la plataforma.
Varios tests fueron ejecutados colocando una escalera contra los troncos de los árboles, intentando encontrar las mejores vistas y los más interesantes espacios entre los árboles. Después de que los árboles y la topografía fuera registrada digitalmente, la forma de la plataforma pudo ser definida de forma precisa de forma que ningún árbol tenía que ser cortado. Fue también crucial encontrar un sistema de cimientos que no destruyera ninguna raíz.
En primeras etapas del proyecto, la plataforma tuvo una construcción flexible en acero. Los pilares podían tener "snowshoes" apoyados en el terreno, permitiendo a la estructura moverse a lo largo de la escarcha. Varios tests de peso fueron hechos mediante un modelo 3D por ingenieros de estructuras, y mostraron que las vigas curvas colapsarían cuando se doblaran debido a la nieve y a los movimientos del terreno. La estructura fue cambiada por una de hormigón, y un conector rígido a torsión entre las vigas curvas y el plano suelo pudo estabilizarse.
La viga a lo largo del perímetro de la plataforma también trabaja como un raíl. La viga descansa sobre delgados pilares de acero, taladrados en la roca, en distintos puntos más de 12 metros bajo el suelo. Las aberturas rectangulares en el suelo permiten al agua de lluvia y a la luz atravesar la estructura hasta el terreno. Una escalera conecta con el espacio bajo la plataforma y más abajo de la colina hacia el lago.
El suelo tiende a inclinarse hacia el exterior (0.3 metros) dando una escasa sensación de estar dirigido hacia las vistas. El movimiento entre los pinos, desde la carretera mirando a las bonitas montañas, se convierte en una respuesta arquitectónica a la interpretación del artista - ya evidente en las pinturas.
Texto.- Carl-Viggo Hølmebakk