Su larga y prominente carrera profesional y política a lo largo del siglo XX la convierten no solo en una pionera de la arquitectura racional y humanizada, sino que además es un ícono del empoderamiento femenino.
Vocación e inicios en la arquitectura social
Nace en 1897 en el seno de una familia de ideología liberal y pacifista, que fue clave para estudiar en la K.K Kunstgewerbeschule (Escuela de Artes y Oficios de Viena). Pese al escepticismo de sus maestros y familia, se convierte en la primera arquitecta austriaca. En 1917 Oskar Strnad, profesor de la escuela le propone a Margaret participar en un concurso de proyectos para la construcción de un barrio obrero, al mismo tiempo, le aconseja que antes de diseñar debería conocer la realidad sobre cómo se vive en estos lugares. De aquí, parte una profunda reflexión por parte de Lihotzky sobre cómo analizar y entender un entorno antes de proyectar y sobre la importancia de acercarse a las necesidades de los usuarios antes de diseñar. Junto a Adolf Loos formó parte de la Siedlerbewegung (Agrupación de ciudadanos). El lema en el que se agruparon obreros y arquitectos era el de «construir por un mundo mejor».
Cocina social en Fráncfort
Vocación e inicios en la arquitectura social
Nace en 1897 en el seno de una familia de ideología liberal y pacifista, que fue clave para estudiar en la K.K Kunstgewerbeschule (Escuela de Artes y Oficios de Viena). Pese al escepticismo de sus maestros y familia, se convierte en la primera arquitecta austriaca. En 1917 Oskar Strnad, profesor de la escuela le propone a Margaret participar en un concurso de proyectos para la construcción de un barrio obrero, al mismo tiempo, le aconseja que antes de diseñar debería conocer la realidad sobre cómo se vive en estos lugares. De aquí, parte una profunda reflexión por parte de Lihotzky sobre cómo analizar y entender un entorno antes de proyectar y sobre la importancia de acercarse a las necesidades de los usuarios antes de diseñar. Junto a Adolf Loos formó parte de la Siedlerbewegung (Agrupación de ciudadanos). El lema en el que se agruparon obreros y arquitectos era el de «construir por un mundo mejor».
Cocina social en Fráncfort
«Toda mujer pensante debe ser consciente del retraso que tienen aún los métodos domésticos, y debe reconocer que éstos obstaculizan su propio desarrollo, y, por lo tanto, también el de su familia».
Margaret Lihotzky,1926
En 1925 Ernst May le propone a Lihotzky participar en un proyecto público de vivienda social en Fráncfort. Aquí es donde se le encargaría su creación más famosa: la cocina Fráncfort. Si bien existe una asociación histórica de las mujeres con la preparación de los alimentos, no sorprende que se le encargara precisamente a una arquitecta el diseño de uno de los espacios domésticos más relevantes en la vivienda social. Lihotzky buscó una solución asequible para una cocina, basada en fundamentalmente en dos conceptos: Higiene y ergonomía. De tal manera, que estudió la relación tiempo y movimiento del trabajo realizado en la cocina. Con ello, pudo plantear las medidas de la cocina optimizadas a 187 × 344 cm, lo que permitió reducir considerablemente la distancia entre las actividades para la preparación de los alimentos.
La crisis de la segunda guerra mundial no solo sesgaría el impacto de las viviendas sociales en Fráncfort, sino que obligaría a Margaret Lihotzky junto a su marido Wilhelm Schütte y otros arquitectos a huir hacia otros países, especialmente en Asia. Al regresar a Viena en 1938 permaneció en prisión al ser parte de la resistencia contra el nazismo. En1985 publicó un libro que recoge sus experiencias de la guerra desde la resistencia y la cárcel en «Recuerdos de la resistencia: la vida combativa de un arquitecto de 1938-1945».
Jardín infantil Fröbel en Vienna
Tras sus experiencias fuera de Europa, durante la prisión y en la postguerra, el compromiso de Lihotzky por espacios sociales dignos e higiénicos se ratifica con el diseño de la Kindergarten am Kapaunplatz construido entre los años 1950-1952. En este proyecto pone en práctica varias teorías sanitarias y pedagógicas, por las que propone un edificio en una sola planta con forma de H, y cubierta a cuatro aguas. La relación de este edificio con el exterior es clave para para evitar la propagación de enfermedades y estimular el desarrollo infantil a través de actividades al aire libre. El tamaño y organización de las ventanas permite que la ventilación cruzada sea otra de las estrategias para contar con aire fresco y evitar la propagación de cualquier epidemia. El uso de pérgolas permite que los niños puedan tomar sus siestas incluso en el exterior. Asimismo, la distancia piso-techo es otra de las innovaciones de Lihotzky en función de las actividades que realizaban los infantes dentro del edificio.
Arquitectura y compromiso social
Margarete Schütte-Lihotzky es una arquitecta revolucionaria no solo por sus diseños sino por su destacado compromiso social en Austria, Alemania, Rusia, Cuba y para la ONU. Desde el final de su reclusión política hasta su muerte en el año 2000, permaneció muy activa en la profesión, especialmente con proyectos de viviendas y jardines para niños, dando conferencias y participando en los dos primeros CIAM de la postguerra. Junto con Lina Loos fue una de las precursoras de la Unión de las Mujeres Democráticas de Austria. Más allá de la racionalización de los espacios, esta arquitecta deja un legado de compromiso y lucha por una arquitectura más humana que nos acerque a las sociedades libres y justas que esperamos en este siglo.