Este híbrido entre vivienda y hotel fue bautizado como Chiripa y proyectado por Palma. El conjunto está compuesto por dos volúmenes que facilitan las mejores vistas de su entorno (al jardín y a la bahía), organizando su programa de manera que el espacio común se localice en el nivel de acceso, que es el intermedio, dado que se accede por la parte más alta de la parcela. Las habitaciones se encuentran en el nivel superior y en los niveles inferiores. Desde la azotea se puede disfrutar de las vistas del entorno.
El conjunto se muestra abierto y permeable al paisaje en todos sus niveles, permitiendo un dialogo más directos con el entrono natural cercano. En relación a los materiales cabe destacar la utilización del estuco de los muros, en colores pastel, que generan unos lienzos sobre los se dibujan las sombras proyectadas por la vegetación.
Chiripa por Palma. Fotografía por Luis Young.
Descripción del proyecto por Palma
Chiripa es un proyecto que busca experimentar con la forma en que se relacionan los usuarios en una tipología no definida, un híbrido entre casa – apartamentos – hotel. 6 unidades que, dependiendo de las necesidades de los visitantes, pueden ser utilizadas en distintas configuraciones, modificando constantemente la forma en la que son habitadas.
La propuesta consta de 2 volúmenes que buscan obtener las mejores vistas hacía la bahía de Sayulita. Al tratarse de un terreno reducido, se colocan uno frente al otro y se desplazan en sentido opuesto para permitir vistas libres, mayor privacidad y una buena ventilación e iluminación natural.
La huella del edificio es de 100m² totales, en donde los metros cuadrados habitables son los mismos para ambos volúmenes, 40m² cada uno. Aunque desde la fachada frontal solo son visibles 2 niveles, la pendiente pronunciada del terreno permite la implementación de 2 niveles más por debajo del nivel de calle.
El acceso al proyecto es realizado en la parte alta del terreno, a través de una pasarela que se eleva por encima del jardín central, el cual funciona como vestíbulo de entrada al conjunto y que tiene como remate una escalera abierta, con forma de medio círculo, que sirve para ambos bloques. Los dos volúmenes se conectan entre sí por una serie de puentes que ven de un lado al jardín central y del otro a la bahía.
El programa arquitectónico se distribuye de la siguiente forma, el área común ubicada en el nivel de acceso, el nivel intermedio de los volúmenes (0). Las habitaciones, se encuentran localizadas en el nivel superior (+1) y niveles inferiores (-1, -2). Finalmente en la azotea, cada volúmen cuenta con una pequeña alberca para disfrutar las vistas. Todos los niveles cuentan con una terraza cubierta en el extremo sur del edificio, las cuales se vuelven una extensión de las áreas comunes y las habitaciones.
Las trabes y losas aparentes contribuyen visualmente a reducir la escala del proyecto. La implementación del estuco en los muros, en un tono off-white, sirve como fondo para las sombras proyectadas por la vegetación que crece en las distintas áreas verdes del conjunto.