En algún lugar en el extremo sur de la península del Sinaí en Egipto, ubicado a los pies de la ladera de una montaña del desierto, se encuentra una visión peculiar casi por completo fuera de lugar: cientos de asientos de una sala de cine al aire libre. El fotógrafo Estonio Kaupo Kikkas visitó recientemente este desolado lugar y se trajo estas asombrosas fotografías de un sueño en descomposición. A través de su blog cuenta que el teatro fue construido no hace mucho tiempo por un francés loco con medios considerables. Transporto toneladas de asientos viejos y un generador desde El Cairo, por no hablar de una pantalla gigante que se parecía a la vela de un barco.
En un día soleado en el comienzo mismo de este milenio un francés loco se encontró en el desierto de Sinaí. Después de algunas bocanadas de un humo mágico se preguntó - ¿cómo es que no hay salas de cine en medio del desierto?
Voló de vuelta a París y preparó un poco de dinero. Regreso a El Cairo para comprar unos asientos antiguos originales y un equipo de proyección de un viejo cine-teatro. Después regresó al Sinaí, preparó el generador de electricidad y con un gran tractor levantó la pantalla que era como una gigantesca vela. Ya estaba todo más o menos listo para la primera proyección.
Sólo olvido un detalle que este bonito desierto estaba en Egipto. País en el que las autoridades locales no están demasiado contentas con tanto entusiasmo y animo, sobre todo si se trata de un francés loco...
En la noche del estreno todo fue "accidentadamente" mal, su generador de electricidad fue saboteado y las películas nunca se proyectaron en el Cine del Fin del Mundo.
Así que ahí está, esperando. Un monumento de otra realidad y tiempo.
Texto por Kaupo Kikkas.