El museo proyectado por Kengo Kuma and Associates se integra respetuosamente con el entorno como resultado de una interacción entre arte, arquitectura y medio ambiente, guiando a los visitantes en una experiencia inmersiva que los acerca al arte cerámico contemporáneo en la «capital de la cerámica».
El proyecto mezcla armónicamente la técnica tradicional con la estética moderna, presentando una estructura de madera que contrasta con la imponente fachada de paneles cerámicos de superficie irregular. Esmaltada con diferentes gradaciones de color, la fachada genera diferentes expresiones con cambios sutiles en la textura y variaciones de color mediante el uso de la luz y el ángulo de percepción.
Museo de arcilla UCCA por Kengo Kuma and Associate. Fotografía por Tian Fangfang.
Descripción del proyecto por Kengo Kuma and Associates
Proyectamos un museo de arte para exhibir la cultura cerámica en Yixing, conocida como la «capital de la cerámica» y famosa por su producción de cerámica con arcilla morada. El lugar fue una vez el centro de la cultura cerámica de Yixing, con sus numerosas fábricas y talleres de cerámica. Este proyecto se alinea con el planeamiento para reurbanizar el área y prevé un centro cultural para la cerámica, incorporando talleres y conservando al mismo tiempo los restos de fábricas desmanteladas.
El volumen que se asemeja a una montaña de cerámica está inspirado en la montaña Shushan, ubicada cerca del lugar del proyecto y apreciada por el escritor de la dinastía Song del Norte, Su Dongpo, así como en el horno de dragón, un horno trepador que ha estado en uso continuo durante 600 años. El volumen en forma de montaña fue perforado para conectarse con la fábrica de cerámica y el canal, integrando a la perfección el edificio con el eje del emplazamiento y el complejo de fábricas circundante.
La cubierta, una estructura de concha invertida tallada con esferas virtuales, está sostenido por cuatro capas de vigas de madera enrejadas. Esta estructura de madera ligera pero resistente aporta cambios dinámicos al espacio interior y dibuja la línea de visión y el flujo de circulación más profundamente en el edificio.
La fachada, que evoca la «temperatura» de la cerámica en la fábrica, fue desarrollada en colaboración con artesanos locales. Su superficie irregular está esmaltada con diferentes gradaciones de color, creando diferentes expresiones según la hora del día y la estación del año. Cálidos y ligeramente ásperos al tacto como las teteras chinas, estos paneles de cerámica encarnan la historia y la cultura de la ciudad de la cerámica, que se ha transmitido de generación en generación durante más de 1.000 años.