Casa Sílex por Skene Catling De La Peña

Descripción del proyecto por Skene Catling de la Peña

El lugar en el que se encuentra se trata de un curiosa parcela lineal aislada dentro de una gran finca. Es extraño encontrar que todavía hay una anomalía de vida silvestre en una zona altamente cultivada.

El edificio cuenta con una crudeza que se hace eco del paisaje, sobresale de la tierra como una colisión de las placas tectónicas, una montaña artificial que sigue el perfil de los árboles existentes. El paisaje y la arquitectura están inexorablemente conectados, y la forma se exculpe usando capas de los materiales naturales encontrados en la zona: el sílex y la piedra caliza con la inclusión del hormigón, el vidrio y el metal. La arquitectura se convierte en un efecto óptico , a la vez que en una escenario, con un marco y una lente para observar el paisaje y el contexto en el que se encuentra la casa.

Hay una transformación material en el edificio. La base parece que emerge de la tierra antes del proceso de civilización, y a medida que vamos subiendo vemos la capa de piedra caliza que finalmente se disuelve en el cielo. Se plasma la idea de la extrusión geológica, de la edad infinita y de la revelación de que ya había algo antes en ese lugar. Todo ello fueron las premisas para el diseño del proyecto que se llevaron de igual modo a la materialidad y a los detalles finales. El lugar es inexorablemente ligado al edificio en todos los niveles.

La casa Sílex está alineada a lo largo del eje norte-sur y se convierte en un medio de calibración del lugar, haciendo legibles las condiciones del sitio. Se convierte en un 'termómetro atmosférico' donde el edificio en sí mide, refleja y hace legible la gama de diferentes atmósferas, desde la más oscura e introvertida al noreste, incrustada en los árboles más altos, a través del musgo, los helechos y los líquenes. Rayas o bandas de diferentes paisajes desarrollan esquemáticamente en respuesta a un análisis inicial. En el espacio relativamente pequeño de la ubicación, los niveles de agua, luz y sombras varían dramáticamente, reflejándose en las plantas que han echado raíces con el tiempo.

El edificio está concebido materialmente como un paisaje de sílex que ha sido tallado para ser habitable. Dondequiera que el cuerpo principal ha sido cortado o tallado, como en el tejado o los balcones, la superficie es de terrazo. El color del terrazo es cuidadosamente calificado para seguir la progresión de la piedra. El sílex fue elegido por su crudeza, como si estuviésemos leyendo las pinturas de Keifer de ceniza y plomo, o los trazos de un cuadro de Auerbach. La textura del edificio se debe a los montones rugosos de la tierra arada en los campos de alrededor. El sílex es aceitoso y áspero, por lo que se pasa de una base rústica y negra a caliza que se convierte en polvo y se desvanece.