La forma sinuosa de la vivienda proyectada por Paul Bernier está subordinada a los determinantes naturales preexistentes y la optimización de vistas al lago y al bosque. Su superficie se cubre uniformemente con listones de cedro y vidrio, abriendo huecos en la misma donde se desea potenciar una vista dada. La combinación de la forma baja y alargada de la vivienda con su desarrollo en meandros y la envolvente de madera permiten obtener una arquitectura propia del lugar, y sin el que no puede ser comprendida.
El interior se plantea como un espacio más abstracto: superficies de colores uniformes y pulidos crean formas sugerentes que pueden ser empleadas como el usuario crea conveniente. Esta carencia de identidad interior permite que el exterior se apropie también del ambiente interior de la vivienda. La mayor parte de la casa se desarrolla en su planta baja, pero existe una pequeña habitación en la primera planta, que se eleva sobre una cubierta vegetal y mira hacia el lago.
Descripción del proyecto por Paul Bernier
El emplazamiento, situado a la orilla del lago Grenier, está totalmente arbolado. Está atravesado por una corriente en su lado sur y presenta una pendiente pronunciada en el norte. Estas características unidas a la necesidad de construir a una distancia segura de la corriente sugirieron una colocación longitudinal, como si casa se colara entre la corriente y la pendiente.
Decidimos crear un perfil bajo, principalmente con una sola planta construida. Su forma con meandros está determinada por las oportunidades que ofrece el paisaje circundante. Su superficie está revestida por un único material: listones de cedro verticales de diferente anchura y grosor. Se lee como una empalizada que sigue la forma del edificio y sobre la que se han cortado aberturas.
Desde el camino que conduce a la entrada, el edificio aparece como un volumen en su mayoría opaco que sigue los contornos de la parcela. A la derecha, una abertura en la empalizada invita al visitante a entrar. A lo largo de la fachada sur, el volumen de la vivienda se dobla y se abre para dejar entrar la luz y aprovechar al máximo las vistas al bosque. Más adelante, el volumen se dobla de nuevo, volviéndose hacia una abertura en el bosque, que ofrece una vista de la corriente que fluye hacia el lago. En el lado norte, aberturas más pequeñas enmarcan perspectivas del paisaje circundante.
En el interior, los visitantes son recibidos por una gran unidad de pared de nogal, conformada para ofrecer asiento y un lugar para colgar abrigos. También dirige una hacia la sala de estar, una zona grande, generosamente iluminada que culmina en una habitación protegida en voladizo con vistas hacia la desembocadura del río y el lago. En el lado sur, la pared exterior da paso a una gran superficie acristalada que da al bosque.
Los materiales utilizados para las superficies son simples y refinados. Las paredes blancas y suelos de cemento pulido contrastan con el entorno natural robusto, permitiendo que el paisaje exterior sea el centro del escenario.