Uno piensa que la reflexión no ha tenido calado, a pesar de brillantes explicaciones como las de ESPAÑISTÁN y que pronto pueden volver a repetirse los mismo errores, ante la poca conciencia de lo ocurrio. El vídeo emitido por el canal 2 de la televisión pública (que ya ha sido pirateado, nosotros te damos el enlace oficial, que se puede ver aquí "Se acabo la fiesta") realiza algunas afirmaciones realmente sorprendentes. A continuación algunas frases sueltas:
"Tenemos la suerte de ser muy buenos creativos y la mala suerte de tener muy malos gestores.
Evidentemente hay que re-enfocar y repensar la profesión.
Derroche de medios y se ha hecho mucho más de lo necesario... /...hacer no siempre es bueno."
Blanca Lleo.
"La arquitectura espectáculo no necesariamente es una arquitectura buena."
Fernando Márquez Cecilia, Richard Levene.
"La crisis ha puesto en crisis estas operaciones desmesuradas.
El resumen está muy claro. Se ha hecho una mala administración de los fondos públicos."
Llazer Moix.
Creo que se desenfoca el acotado temporal de lo ocurrido, si no cómo se explica la situación de crisis del año 1992 al año 1997. Saber acotar el tiempo, la escala de la intervención es un paso inicial para poder definir el problema, realizar un análisis acertado y poder reflexionar sobre cómo continuar y mirar al futuro. 20 años son muchos años y poca memoria histórica y la situación debería haberse acotado mejor. Eso provoca que se mezcle la Barcelona Olímpica (1992) con El Guggenhiem de Bilbao (1998) y desaparezca por completo el desarrollismo, no icónico pero bastante más contaminante, de arquitectura derramada por toda la península.
Como el documental está corriendo como la pólvora (aunque no sé si todo el mundo lo está viendo o simplemente hablando de lo que se habla) y como creí que él me emocionaría lo he visto hoy y desde luego tengo que decir que me ha conmocionado, pero fundamentalmente por la falta de perspectiva. Permíteme, estimado lector, que realice un pequeño resumen del mismo, por si no tienes tiempo de verlo.
A partir de este comienzo difuso, el Guggenhiem parece ser la espoleta y expresiones del narrador o de los entrevistados: "ejemplo primigenio" y "me lo pido para mi ciudad, fue como un sarampión" permiten centrar el foco de acción del documental (por lo tanto el foco temporal se reduce). El documental continua, y creo que muy acertadamente, con ejemplos de "ciudades faraónicas" como la ciudad de la cultura de Santiago de Compostela o la Ciudad de las Artes de Valencia acompañadas de toda su lamentable historia de ejecución. La narración histórica continua siempre centrada en la arquitectura de firma, llegando al 2006 con la exposición en el MoMA. Una pequeña mirada hacia atrás para ver y recuperar a figuras como F. J. Sanz de Oiza y Cesar Manrique. Entra también Ricardo Bofill de una manera extraña.
Para no aburrir con un resumen más largo, sí resaltar algunas frases que se van vertiendo: Espectáculo y marca como totem absolutos. Franquicias, marcas arquitectónicas. Dos tentaciones para los arquitectos: fama y dinero. Zaha Hadid y Expo del Agua. Ratio de rentabilidad para la arquitectura. Se salva Palafolls en Barcelona en cuanto a gestión pública (¿sólo?).
Alguien se cree que el problema de la crisis solamente han sido los iconos de arquitectura. Parece que sí, pero los iconos han sido la lamentable punta del iceberg que se ha generalizado por toda la península, urbanizaciones en la costa, nuevas ciudades en Guadalajara y Toledo (por cierto aquí llevaron al alcalde, gestor público, a juicio por no dar permiso a su promotor, el conocido popularmente como el "pocero"), precios de viviendas incrementándose cada mes, cada semana, por toda la sociedad. Iconos ha habido y hay por todas partes, entonces ¿por qué en España sólo?
Aquí tenemos un problema mucho más amplio que es de toda la sociedad y se quiere coger un buen chivo expiatorio, ¿queremos quemarlos? de acuerdo, quememos a los arquitectos, pero la realidad será que se seguirá construyendo y que la sociedad que tenga como modelo de desarrollo el ladrillo seguirá fracasando igualmente. Veremos en qué terminan las reflexiones futuras sobre el futuro (?).
De todo el documental me quedo con la siguiente frase:
"Profesión extraordinariamente vigilada. Hay muy poca gente que diga la verdad en este terreno." Félix de Azua.
"Se acabó la fiesta"
Dirección: Yolanda García Villaluenga
Realización: Belén Molinero
Producción: Gonzalo Rohrer
Redacción: Alicia de la Cruz, Angélica Arroyo y Marisa Areopagita