M-025

Editorial |
Otoño/invierno/2009. José Juan Barba
 

"Frente al triunfo de la estrategia del avestruz, la estrategia de la araña"

Hace veinticinco años, en 1974, se planteaba en la AA (Architectural Association ) de Londres el debate sobre los diferentes enfoques que se estaban produciendo en la creación de arquitectura y ciudad, en un período de crisis producido fundamentalmente por las guerras de la energía. El debate se planteó bajo el siguiente título: "una política dos estrategias: la estrategia de la araña frente a la estrategia del avestruz".

En aquel debate de la AA, con la "estrategia de la araña" se recogían las políticas de intervención en la ciudad mediante la participación de los poderes públicos, y con la "estrategia del avestruz" las no políticas o intervenciones en la ciudad por los poderes privados. ¿Reduccionista? Continuemos.

Sí, de acuerdo, es un debate que con diferentes títulos se ha ido repitiendo en los últimos 25 años: MoMA, declaración de Río de Janeiro, expo y libro "Mutations", los congresos del Docomomo,… o más recientemente la expo "What if?…cities". Es un debate reiterado en estas últimas décadas cada 6 u 8 años, en muchos casos yermo, ¿puede ser?. Ya sé que se puede considerar un debate reduccionista, que la realidad es mucho más compleja, cierto, pero sin caer en dogmatismos excluyentes, la deriva en una mar de aguas grises es para los poceros de la arquitectura, que por cierto en este momento se necesitan muchos. En realidad el debate me gustaría situarlo en quienes lo provocan y en quienes lo producen, en quienes lo discuten y en quienes lo sufren, para terminar situándolo en quienes deciden intentar flotar sobre el pesimismo, aportar y remar como hacía Walter Gropius con la Bauhaus (ver artículo) o tantos otros.

Poco antes del mencionado debate aparecía en las calles de París un cartel con el siguiente eslogan: "du "taudis" au Gran Standing, nous sommes tous volés" (desde los "barrios marginales" a los de "Grand Standing", a todos nos han robado), era un grito desesperado contra los desarrollos inmobiliarios grafiado de forma anónima en un póster.

Los que se sienten engañados normalmente no saben de arquitectura y la arquitectura en muchos casos ignora que ellos sean parte de sus propuestas. ¿Un diálogo de sordos o pulidas "estrategias de avestruz"?. Con la estrategia del avestruz se reflejaba la pasividad de los poderes públicos para tomar decisiones, en realidad para comprometerse, pero claro eso significan posibles críticas y es mejor dejar la responsabilidad a otros, a quienes después culpar si las cosas salen mal. En la arquitectura también pasa.

¿Qué ocurre con la arquitectura? ¿Qué ocurre con las ciudades? Fiuuu, Fiuuu… casi todo el mundo mira para otro lado: ¡uf! Yo no sé, eso para los teóricos… los teóricos ¡ufff!, eso es para los que toman decisiones… y los que supuestamente toman decisiones, agrupaciones colegiales o universidades lanzando la pelota a los políticos,… menuda cascada. Es decir, ya sabíamos que es imposible lo de las grandes decisiones, lo de los discursos ampulosos, lo de las grandes estrategias. ¿Puede ser?

Sin embargo, a mi me gustaría reivindicar la estrategia de la pequeña araña, en la que muchos ya están inmersos, y explicarla de manera diferente.

La tela que construye la araña, en proporción a su tamaño, es un mecanismo sorprendente, de un gran interés tecnológico. No es un tejido compacto, tampoco es algo irrompible (a pesar de su proporcional gran resistencia), sin embargo la acción en su ejecución y la estructura resultante son muy interesantes: mediante la unión de puntos inconexos, sin relación, en muchos casos de naturaleza  diferente, la araña realiza una red para conseguir un alimento que por otros medios y dado su tamaño le sería imposible de lograr.

Trasladémoslo a la arquitectura, y por un momento pensemos "¿qué pasa si"… las estrellas individuales y organismo "estrellados" desaparecieran y fuéramos conscientes de que la realidad es una constelación de pequeños puntos? "¿Qué pasa si" las diferentes individualidades sin necesidad de ninguna figura paternal tomasen conciencia de pertenecer a un conjunto, a una red? Es decir, qué pasaría si las nuevas tecnologías permitiesen algo que ya está ocurriendo en otras realidades, políticas, sociales, de investigación… en arquitectura. A poco que uno se fije puede constatar esa nueva realidad, la existencia de un "nuevo realismo" surgido de la estrategia de la araña.

¿Qué pasa si esta "jodida Crisis", como diría un amigo mío, pudiese ser leída como algo positivo, que la realidad de la Crisis se tradujese en una "estrategia anticrisis", remar y achicar agua intentando llegar a la utopía?

Volviendo a los años 70 del pasado siglo traslademos a la arquitectura lo que Bertolucci, quien siguiendo la estela de Antonioni o Resnais concibió en "La estrategia de la araña" una película basada en un cuento de Jorge Luis Borges, donde si cambiamos la figura del espectador por la del arquitecto, la descripción que podemos hacer es la misma: el arquitecto ante esta nueva "película" se cuestiona continuamente los datos que en cualquier otra cinta da por seguros: línea temporal, argumento, principio y final, espacio, orden de la acción, es decir, lo contrario a la plasmación convencional de las historias en la arquitectura tradicional, con lo que el desconcierto del arquitecto es enorme, aunque al final de la película quede convertido en profunda satisfacción al encajar las piezas y comprender el sentido del relato, el de la tela de araña.

Hace tiempo que a la gran mayoría de la arquitectura le han sacado los colores, ¿seremos capaces de crear un nuevo montaje, estructuras innovadoras, utilizar la inteligencia, dar un paso por delante de lo que convencionalmente se espera de nosotros?, ¿seremos capaces de generar un "nuevo realismo", revisar nuestras formas de habitar, de mirar el pasado, de relacionarnos con nuestro entorno, de mirar hacia delante?

Esta película, la de la arquitectura, sólo es apta para espectadores activos que interaccionen con los "dilemas" y "despistes premeditados" que plantea la situación actual de la arquitectura, un reto con una forma artística y estética absolutamente cautivadora, pero también y fundamentalmente, vertida en los individuos que la usan, que la transitan o la rodean, por tanto requiere un esfuerzo en su visionado. Espectadores ansiosos para esta película los hay. ¿Hay actores para el rodaje? Estoy seguro de que sí, muchos. ¡Rodando! Toma uno...

Otoño/invierno/2009. José Juan Barba

25=X>10 J.J.Barba + S. Papadopoulos