La muestra reúne obra en hierro, granito, alabastro, yeso y papel, sin dejar de lado series significativas como las Gravitaciones (esculturas en papel donde el relieve y el vacío cobran especial importancia) y las Lurras y Óxidos (piezas elaboradas con tierra chamota). Pero las obras de esta primera exposición no proceden únicamente de la Sucesión de Eduardo Chillida, sino que también se incluyen piezas provenientes de préstamos de museos, instituciones y colecciones privadas que rara vez han sido expuestas anteriormente.
Además, en la muestra se puede descubrir también importante material de archivo en el que se incluyen fotografías, manuscritos originales, correspondencia o catálogos de exposiciones de los primeros años de su trayectoria artística, todos ellos pertenecientes al archivo de Eduardo Chillida, conservado de forma permanente en el museo. La exposición se mostrará en orden cronológico, de forma que la visita supone un viaje a la vida y trayectoria de Eduardo Chillida.
Para poder acoger de nuevo a un gran flujo de visitantes, se ha tenido que llevar a cabo en Chillida Leku una renovación respetuosa para adaptarlo a las necesidades del público actual, siendo fieles a la memoria de Eduardo Chillida. El estudio de París Laplace ha sido el encargado de esta restauración que incluye nueva iluminación, aislamiento, un café sostenible y mejor acceso para los visitantes, con la colaboración del paisajista Holandés Piet Oudolf para el diseño del paraje que rodea el complejo.
Además, en la muestra se puede descubrir también importante material de archivo en el que se incluyen fotografías, manuscritos originales, correspondencia o catálogos de exposiciones de los primeros años de su trayectoria artística, todos ellos pertenecientes al archivo de Eduardo Chillida, conservado de forma permanente en el museo. La exposición se mostrará en orden cronológico, de forma que la visita supone un viaje a la vida y trayectoria de Eduardo Chillida.
Para poder acoger de nuevo a un gran flujo de visitantes, se ha tenido que llevar a cabo en Chillida Leku una renovación respetuosa para adaptarlo a las necesidades del público actual, siendo fieles a la memoria de Eduardo Chillida. El estudio de París Laplace ha sido el encargado de esta restauración que incluye nueva iluminación, aislamiento, un café sostenible y mejor acceso para los visitantes, con la colaboración del paisajista Holandés Piet Oudolf para el diseño del paraje que rodea el complejo.
“El museo es el centro del universo de Chillida, el mejor lugar para conocer y difundir su obra, un proyecto arraigado en su tierra”. Celebramos muy ilusionados esta nueva etapa del museo, que hemos renovado para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI”.
.Mireia Massagué, directora del museo
Sobre Chillida Leku, un museo de autor.
Fundado en vida por Eduardo Chillida, Chillida Leku es el lugar donde se encuentra el corpus de obra más amplio y representativo del artista. Está ubicado a las afueras de Hernani, muy cerca de San Sebastián (Gipuzkoa), y se compone de un paraje de esculturas al aire libre y un espacio de exposiciones en el interior del caserío de Zabalaga, una construcción tradicional vasca construida en el siglo XVI.
Una vez concluidas las obras que devolvieron la vida al caserío, el museo abrió al público el 16 de septiembre de 2000, y desde entonces el museo no ha cesado en su actividad de difusión y conservación de la obra del escultor vasco.
Para no enturbiar la naturaleza única del museo, Chillida Leku apenas cuenta con señalética o paneles explicativos. En su lugar, veinte de las esculturas ubicadas en los jardines, así como diez obras expuestas en el interior del caserío, van acompañadas de código QR que, al ser escaneado, permite a las personas que visitan el museo acceder a información sobre las piezas.
Sobre la exposición "Eduardo Chillida. Ecos".
El título de la exposición remite a la escultura Oyarak (Ecos, hierro, 1954), una pieza que se expondrá en la planta baja del caserío. La palabra “Ecos” alude a la idea de repetición, íntimamente ligada a la forma de trabajar de Eduardo Chillida, centrada en la realización de series que partían de un mismo concepto. El nombre Ecos evoca también a la propia sonoridad de la obra del escultor, que materializa sonidos que se desplazan en el espacio.
La exposición está concebida en orden cronológico y el recorrido se desarrolla a lo largo de distintas etapas, definidas en gran medida por los materiales y las técnicas utilizados en cada una de ellas tal y como reflejan los títulos de las distintas partes de la exposición: 1948-1951 París, primeras esculturas en yeso; Retorno al País Vasco: primeras esculturas en hierro; Ilarik y los Yunques de sueños; Esculturas de alabastro, luz y arquitectura; Lurrak y Óxidos; Proyectos públicos y Obra en papel: dibujos, collages, grabados y Gravitaciones.
La muestra, además, se completará con una sección dedicada a la serie Peine del viento, una de las más emblemáticas y significativas creaciones del escultor. Esta serie será la protagonista del primer número de coleccionables que se editará a partir de la reapertura del museo.
“Ecos remite al concepto de la música y la sonoridad que tanto trabajó Aita, ideas que tienen un comienzo y que se desarrollan a través del tiempo, en un sentido y en otro, como las olas y la mar. Es la exposición perfecta para esta reinauguración”, ha explicado Ignacio Chillida, que junto con el equipo del museo, ha comisariado esta muestra. “Esta exposición nos ha permitido reunir obra que hacía mucho tiempo que no estaban en Chillida Leku, incluidas seis piezas que jamás habían estado en el museo, ha sido muy emocionante poner estas obras en conjunto”.
Sobre la renovación arquitectónica.
La renovación de Chillida Leku ha corrido a cargo de Laplace, el estudio parisino de arquitectura dirigido por Luis Laplace y Christophe Comoy, cuyo trabajo se distingue por la integración intuitiva y armoniosa de arquitectura, arte y diseño. Para Luis Laplace, la gran motivación para hacerse cargo de la renovación de Chilida Leku tiene sus raíces en la afinidad que durante toda su vida ha sentido por este artista.
Para Laplace, el proyecto de Chillida Leku es una forma de dirección de arte que exige un diálogo ininterrumpido con el lenguaje del lugar y la obra de Chillida.
“Mi tarea ha consistido fundamentalmente en guiar todos los aspectos del proyecto hacia una idea coherente a través de la arquitectura, el paisaje y el diseño artístico, fusionando la intención de la familia Chillida y la de expertos internacionales, buscando en lo local materiales y técnicas artesanales que reforzaran el discurso referente del artista”.
Luis Laplace
Ese proceso orgánico fue evolucionando en múltiples conversaciones con la ayuda y el compromiso del nieto de Chillida, Jon Essery Chillida, como arquitecto local.
Conservar la integridad del edificio requería hacer algunas reparaciones: se retiraron las tejas españolas de terracota para aislar la cubierta, se limpió y revivió el cemento de la planta baja, se decapó el barniz deteriorado y se trataron las tablas de madera del suelo del primer piso. Laplace comparte con Chillida una gran sintonía en aspectos clave que tienen que ver con la iluminación, el tono y la textura.
Una de las decisiones prácticas tomadas por Chillida fue la de dividir el espacio superior en salas pequeñas y climatizadas para exponer en ellas su obra en papel. Con el fin de crear una circulación óptima, dichas piezas se reubicaron fuera de ese espacio, que se restauró hasta dejarlo en su condición diáfana original.
Sobre el paisaje y los jardines.
Piet Oudolf se ha encargado de realizar una serie de nuevos diseños para el paraje que rodea el caserío. El proyecto ha sido realizado en colaboración con el paisajista Álvaro de la Rosa Maura.
El interés por introducir ligereza, movimiento y cambio son las características clave de la obra del reconocido artista del paisaje Piet Oudolf. Sus diseños parten del trabajo con la naturaleza para crear efectos pictóricos que, a medida que la vegetación crece, evoluciona y muere, crearán un nuevo contexto para el lenguaje escultural y geológico de las obras de Chillida. El paso de las estaciones se reflejará en las plantas, arbustos y hierbas que componen su plan de siembra. La paleta vegetal empleada por Oudolf ha sido cuidadosamente escogida para el clima del norte de España y se ha integrado en el paisaje al emplear nuevas y fascinantes variedades de las especies que se basan en un enfoque ecológico.
Luis Chillida, presidente de la Fundación Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, se ha mostrado muy ilusionado con esta nueva etapa.
“De nuevo se va a cumplir el sueño de mis padres: que todas las personas que lo deseen puedan acceder a Chillida Leku y disfrutar de su obra y de este espacio al que tanto tiempo y trabajo dedicó”.