n 1969, George Spencer Brown publicó su libro seminal «Leyes de la forma», un intento de cruzar los límites entre las matemáticas y la filosofía en el que declaró: «Haz una distinción y nace un universo». Esta breve declaración describe las paradojas de la construcción del mundo y nuestra relación con estos procesos. Si nuestra comprensión del mundo es sólo nuestra, entonces, sin acción, esta comprensión permanece inaccesible para los demás. Más que algo compartido y mutuamente comprendido, el «mundo» es plural, situado y en proceso de formación continua. Los mundos dentro de los mundos se hacen legibles a través de una cosmología de observaciones.
El físico y autor Carlo Rovelli nos recuerda que en física no hay futuro ni pasado; todo lo comprendido permanece en lo siempre presente. «The Order of Time» habla de esta comprensión del tiempo(s) como algo situado y relacional, examinando la construcción del mundo en resoluciones infinitas desde lo subatómico hasta lo cosmológico.
Las tres obras escultóricas cambian de escala y magnitud, revelando esta interacción dinámica a través de la experiencia directa: todo lo que ves es tu propia invención. La instalación une el arte, la ciencia y la tecnología, examinando las fuerzas de la estructuración algorítmica y la simulación de la vida.
Sobre la base de la investigación de John von Neumann sobre las máquinas autorreplicantes, la invención de los autómatas celulares y el Juego de la vida de John Conway, las tres secciones de tiempo resultantes hablan de las complejas interacciones de estas reglas asociativas dentro de la construcción de un modelo, en el espíritu del cortometraje seminal de Charles y Ray Eames «Powers of Ten».
La exposición incluye una conversación entre Carlo Rovelli y Theodore Spyropoulos, dibujos, películas y una serie de estudios generativos que amplían aún más la instalación.