Entre ellos destaca el rascacielos diseñado a principios del siglo XX por Antonio Gaudí, en 1908, para albergar el Hotel Attraction en el centro de Manhattan. El edificio, más alto que la Torre Eiffel y con formas orgánicas, era radicalmente distinto a los que se construían en Manhattan en aquel momento.
En el vídeo se muestra este rascacielos como una realidad neoyorkina más.
Actualmente la totalidad de las obras realizadas por Gaudí se encuentran en territorio español. Sin embargo, el arquitecto catalán tuvo un encargo para trabajar en los Estados Unidos, un proyecto que quedó inacabado, el Hotel Attraction, que se pensaba ubicar en Manhattan.
Cuando Gaudí recibió en mayo de 1908 el encargo de construir un hotel de grandes dimensiones en Nueva York por parte de dos empresarios estadounidenses se acababa de mudar a vivir al Park Güell y estaba empezando la construcción de la iglesia de la Colònia Güell.
Este proyecto es uno de los grandes misterios que envuelven la figura de Gaudí por dos motivos: el primero porque se desconoce el por qué no se llegó a realizar y el segundo porque hubo de esperar hasta 1956 para redescubrir este proyecto, gracias al escultor y colaborador de Gaudí, Joan Matamala Flotats. Matamala lo hizo público en la memoria “Cuando el Nuevo Continente llamaba a Gaudí (1908-1911)”, en ella explica el proyecto e incluye varios dibujos de Gaudí y de él mismo sobre el Hotel Attraction. Pero esta divulgación de Matamala estuvo desde el principio llena de polémica sobre su veracidad, ya que ningún discípulo de Gaudí conocía la existencia del encargo estadounidense, por ello, en un primer momento se pensó que era una invención de Matamala, pero las dudas se desvanecieron cuando Matamala incluyó varios dibujos firmados por Gaudí donde aparecía el característico uso del arco catenario. Sin embargo, el que podría haber sido un gran icono para la ciudad de los rascacielos, no pudo ver la luz, quizás por el presupuesto necesario para su ejecución o tal vez por el tiempo estimado que llevaría la misma, alrededor de ocho años.
El planteamiento de Gaudí para el Hotel Attraction era ambicioso, no existía entonces en el mundo ninguna construcción superior a los 300 metros, pero Gaudí planteó un rascacielos de 360 metros que aglutinaría residencias en los edificios exteriores, restaurantes -entre la segunda y la quinta planta del edificio central-, y usos culturales y turísticos desde la sexta planta del edificio central. A través de los dibujos conservados, es inevitable ver reminiscencias a la Sagrada Familia, no sólo por las dimensiones planteadas, sino también por la forma de la planta y la disposición de una gran torre central parabólica más alta que las torres cupuladas anexadas a ella. En el interior del hotel se plantearon cinco grandes salones superpuestos, de 14 metros de altura cada uno representando a los cinco continentes. Remataba todo el conjunto la sala “Homenaje a América” que debía tener 125 metros de altura y cuyo interior albergaría una Estatua de la Libertad de diez metros. En el exterior esta sala se coronaría por una estrella y tendría adosados cuatro cuerpos orientados a los cuatro puntos cardinales dedicados a usos culturales como museos, galerías de arte y auditorios.
El Hotel Attraction volvió a ser noticia en 2003, cuando la Real Cátedra Gaudí ofreció el proyecto de Gaudí a la comisión que se encargaba de la reconstrucción de la Zona cero de Manhattan, dónde dos años antes se había producido el atentado del 11-S contra las Torres Gemelas. A pesar de que el proyecto no fue aceptado, se consiguió que la creatividad arquitectónica de Gaudí volviera a ser noticia internacional.