La cubierta de este nuevo espacio, realizada con piedra traída de las canteras del volcán Popocatépetl, en Puebla, recoge el agua de la lluvia a través de canales y acequias que la acumulan en las cisternas subterráneas, para su uso posterior y cuyos excedentes se vierten en el lago. En su interior el museo se divide en secciones con un claro carácter didáctico, sobre diferentes programas culturales y medioambientales.
El centro en realidad es la pieza visible de un plan más ambicioso e importante para la regeneración cultural y ecológica de la zona, que pasa casi inadvertido. Un proyecto que interviene en las 760 hectáreas de uno de los parques más grande de la ciudad, en el que se han comenzado a tratar las aguas residuales, se han plantado y reforzado nuevas vegetaciones para los humedales que a su vez oxigenan los lagos, acompañados de una reconstrucción y recuperación de barrancos y sistemas de contención con nuevos taludes.
Centro de cultura ambiental Bosque de Chapultepec por ErreQErre. Fotografía por Marcos Betanzos.
Centro de cultura ambiental Bosque de Chapultepec por ErreQErre. Fotografía por Marcos Betanzos.
Centro de cultura ambiental Bosque de Chapultepec por ErreQErre. Fotografía por Margarita Gorbea.
Descripción del proyecto por ErreQErre
El proyecto «Centro de Cultura Ambiental» es un nuevo nodo cultural, paisajístico y ambiental dentro de la segunda sección del Bosque de Chapultepec en Ciudad de México; forma parte de las iniciativas del Plan Maestro «Chapultepec Naturaleza y Cultura» que coordina Gabriel Orozco. La propuesta fue seleccionada como resultado de un concurso público y abierto convocado por el Gobierno de la Ciudad de México en coordinación con el Gobierno Federal.
El Centro de Cultura Ambiental contempla un Pabellón rodeado de un conjunto de Jardines con diseño naturalista y una mirada etnobotánica. Estos Jardines hacen referencia a los diversos ecosistemas y paisajes naturales de la Cuenca del Valle de México (Bosques Templados, Pastizales, Humedales y vegetación de Pedregal) y se integran cuidadosamente con la vegetación existente, topografía y equipamiento de Chapultepec, optimizando e incrementando así su gran potencial como bosque urbano.
Para la accesibilidad y disfrute de estos Jardines, se han incorporado una serie de Paseos Bioculturales, que mejoran significativamente la conectividad peatonal en esta sección del Bosque. Los Paseos ofrecen una experiencia de inmersión en la naturaleza y un redescubrimiento educativo de la importancia de los elementos naturales dentro de un bosque urbano y nuestra relación con ellos, trascendiendo así su funcionalidad meramente conectiva y estética.
Los Paseos Bioculturales adoptan trayectorias en forma de espiral concéntrica que dan continuidad a los trazos curvos que definen el contorno del Lago Menor. Sus recorridos parten del equipamiento cultural existente en diferentes puntos del perímetro del terreno y confluyen intuitivamente en el Centro de Cultura Ambiental: un nodo cultural proyectado como un espacio público abierto que permite experimentar la estrecha relación entre la naturaleza y las nuevas dinámicas culturales y ambientales. Está conformado por la dualidad e interacción de un Espacio Cultural al aire libre con un foro o plaza circular, y de un Pabellón Ambiental que alberga exposiciones enfocadas en la promoción de la cultura ambiental.
Centro de cultura ambiental Bosque de Chapultepec por ErreQErre. Fotografía por Margarita Gorbea.
La configuración espacial del proyecto nace de ubicar estratégicamente el Centro de Cultura Ambiental. Se incorpora delicadamente a la geometría del lago y a un talud natural con vegetación existente, que proporciona un espacio óptimo para emplazar un conjunto de gradas de piedra volcánica que sirven de contención, descanso y contemplación para el nuevo paisaje o escenario ambiental.
El Pabellón Ambiental está concebido como un elemento más de paisaje. Su geometría semicónica y su revestimiento de piedra de recinto negro en la cubierta de 2.000 m² hacen referencia a los paisajes volcánicos del Pedregal y se integran sutilmente en su entorno natural y cultural. El resultado es un pabellón ligero, flexible, versátil y de muy bajo mantenimiento. Su sencillez formal va acompañada de la elección consciente de sistemas constructivos óptimos y nuevas tecnologías que minimizan su huella de carbono y su impacto al medio ambiente.
El interior del Pabellón ofrece total continuidad y una flexibilidad espacial que puede acoger y explorar diferentes propuestas museográficas, permitiendo siempre una transparencia visual hacia sus dos frentes exteriores: los Jardines y el Espacio Cultural.
Estas características resaltan su versatilidad y dinamismo espacial para albergar aquellas actividades y programas expositivos que necesiten cierto resguardo y sombra. Se favorece, además, la experiencia de sentir el contacto directo con los Jardines/ Paseos, que proporcionan al visitante un paisaje único desde el interior del Pabellón, realzando la importancia de los elementos naturales y del paisaje en un entorno educativo y cultural.
Centro de cultura ambiental Bosque de Chapultepec por ErreQErre. Fotografía por Margarita Gorbea.
Este planteamiento del Pabellón permite visualizar la armonía, interrelación directa y fusión de lo natural y lo humano, lo existente y el proyecto, el paisaje y la arquitectura.
Donde anteriormente había un estacionamiento vehicular, se encuentra ahora la Zona Agroecológica con diversas parcelas de cultivos rotativos, contenidas por muros de piedra a modo de «tecorrales». Éstos ofrecen un nuevo paisaje en armonía con la cubierta del Pabellón, a la vez que mejoran las condiciones ambientales del espacio y promueven la biodiversidad. Esta zona busca también la participación ciudadana a través de diversos programas educativos, demostrativos y de producción agrícola.
El proyecto prioriza los principios de diseño de la permacultura, que zonifica el espacio y regula su nivel de mantenimiento según criterios de proximidad, en este caso al Centro de Cultura Ambiental.
El sistema de irrigación para la zona agroecológica funciona por gravedad. Inicia su recorrido en el Lago Menor y se distribuye gracias a un canal maestro visible y a varios canales secundarios con compuertas manuales que optimizan el aprovechamiento y manejo del agua.
El proyecto brinda un conjunto único de paisajes, emociones, encuentros, actividades y aprendizajes en el contexto de un bosque urbano, asegurando el cumplimiento de sus funciones ecosistémicas y convirtiéndose en promotor activo de la cultura ambiental.