La historia tenía buena pinta.
Pero la realidad era otra bien distinta. Operarios no cualificados ingresaban más dinero por ejecutar el trabajo que los arquitectos superiores realizaban para que los no técnicos ejecutaran.
La historia no era como nos habían contado que sería.
Y llegó el aterrizaje suave de la economía, tan suave que de un día para otro se convirtió en ostia mayúscula (con perdón), sin darnos cuenta ni estar preparados mentalmente para la magnitud de los cambios. Los arquitectos nos quedamos sin trabajo y sin cobrar y los operarios no cualificados se quedaron igualmente sin trabajo, pero cobrando, del paro por supuesto, algo que los profesionales del diseño y autónomos en general no solemos tener.
La historia seguía sin tener mucho sentido.
Dadas las condiciones del entorno, la falta de trabajo con el consiguiente tiempo libre da para pensar, a veces, y replantear situaciones vitales que por una rutina acelerada nunca tienes tiempo de pensar.
Pensando un poco, no concluí con nada nada extremadamente revelador, pero lo que sí tuve claro es que siempre hay que seguir formándose. Algo que aunque sepamos, no asumimos como algo natural.
Como nada volverá a ser igual decidí formarme en el ámbito de lo que considero será fundamental a corto plazo, de hecho lo está siendo ya: El diseño paramétrico y digital. Estudié un Master de diseño avanzado y arquitectura digital en la Escuela Superior de Diseño Elisava y esto me abrió un mundo totalmente diverso de posibilidades sobre como afrontar la profesión de la que había pensado hasta ahora.
La historia empezaba a tener un poco de sentido.
Y así llegó Roma. En FUKSAS buscaban personas con este tipo de formación y a través del Master contactaron conmigo. Así que decidimos arriesgarnos. Una nueva ciudad de la que hay mucho que aprender, un nuevo idioma para hablar y un sitio fantástico donde probar la exquisita gastronomía italiana.
Gracias Crisis.
¡¡CONTINUARÁ... LA PRÓXIMA SEMANA MÁS!! > "ROMA PARAMÉTRICA"