"El nuestro parece ser un tiempo en el que cada vez más y más el arte se vé como arquitectura y a su vez ésta aparece con demasiada frecuencia como arte. Un ejemplo lo tenemos en las obras que se están realizando para los Juegos Olímpicos del 2012, una de las piezas, el Orbit, es una obra de acero diseñada por el artista Anish Kapoor (ver vídeo de la obra), que tiene cosas como ascensores y escaleras, con soluciones ingenieriles complejas y a la escala de un edificio. Olafur Eliasson acaba de terminar una fachada espectacular como envolvente de la Sala de conciertos Harpa, en Reykjavik (Cuando el Invitado supera al Autor. Olafur Eliasson.), que ha provocado mayor atención que las partes realizadas por los arquitectos del proyecto, Henning Larsen.
La Serpentine Gallery de Londres, un lugar dedicado al arte visual, presenta un pabellón anual, diseñado por un arquitecto como si se tratase de la obra de un artista que luego se vende a coleccionistas. Los arquitectos reconocen estar inspirados, con diversos grados de credibilidad, por los gustos del artista estadounidense James Turrell. El "minimalismo" ha pasado de ser un movimiento artístico, a un estilo arquitectónico, para ser una opción de diseño de interiores. Torres de oficinas que pretenden ser "esculturales" o bien simplemente utilizar trucos de percepción conceptual tomados del arte. Esta mezcla de situaciones es el tema del libro The Art-Architecture Complex y que según su autor Hal Foster, es "ahora es el momento de la imagen-construida y el espacio-formalizado en nuestra economía cultural". …/... la fusión del arte y la arquitectura no es necesariamente una cosa buena. Puede llegar a ser, sugiere Foster, un medio de difuminando de la conciencia, un nuevo opiáceo para la gente suministrado por corporaciones y gobiernos ya que utilizan las obras de arte y edificios de las ciudades como "iconos" para vender su propiedad a inversionistas.
Foster empieza en su libro realizando un recorrido del último medio siglo a través de grandes movimientos arquitectónicos, incluyendo la forma en que el arte pop influye en la post-modernidad y lo que se convierte posteriormente en la arquitectura "hi-tech" de Richard Rogers, Renzo Piano y Norman Foster, que luego dio lugar a un estilo "global" de acero y vidrio, más o menos igual en todas partes. En el caso de Rogers, este estilo mundial toma la forma de "pop civics" como tribunales de justicia, edificios de congresos o la Cúpula del Milenio, que promocionan la accesibilidad y la participación del público. En el caso de Renzo Piano, el resultado es la "modernidad light", estructuras elegantes y refinadas que pueden ser desde una tienda de Hermès en Tokio a un centro cultural en Nueva Caledonia.
Foster describe la influencia del suprematismo Ruso y el arte constructivista en Zaha Hadid, y el efecto del arte conceptual sobre los americanos Diller Scofidio + Renfro, autores de la conocida High Line park. También, el uso tanto del minimalismo como del pop por los suizos Herzog & de Meuron, creadores de la Tate Modern y el nuevo estadio de Beijing conocido como Nido de Pajaro. Pasa entonces a estudiar la cuestión desde el otro lado y mira los espacios construidos por lo artistas como Dan Flavin, Donald Judd, Robert Irwin y (especialmente) Richard Serra, antes de concluir con una extensa entrevista con Serra.
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