The vegetal elements of the project, staggered on all the floors, interact with the materiality of the envelope, resolved in a variety of limestone called "Royal Veta", a material sobriety that accompanies the natural and artificial landscape of the environment and promotes the image of the seizure of the building by wild nature. Artifice as a global ecosystem in a constantly changing landscape.
Descripción del proyecto por Jabier Fernández Sánchez
El Centro de Ciencia y Biodiversidad de Risaralda, CiBi, es un edificio de uso mixto ubicado en el municipio de Dosquebradas, en el departamento de Risaralda, Colombia. La región es conocida internacionalmente por la riqueza de su fauna y flora, ya que es la segunda del mundo con ecosistemas más diferentes. Esto se debe principalmente a su ubicación geográfica, entre la Cordillera de los Andes Occidental y Central, que motiva una orografía singular haciendo posible una gran variedad de climas: desde la selva tropical ecuatorial hasta un clima de montaña polar a más de 5.000 metros de altura.
Desafortunadamente, Dosquebradas también es conocida como una de las ciudades de Colombia con el área pública más baja por ciudadano. Para corregir esta falta, el Gobierno de Risaralda decidió promover un Centro de Ciencia y Biodiversidad, que también pudiera cumplir este objetivo, proporcionando a la ciudad una plaza pública que actuaría como el punto de encuentro que hoy en día no existe.
El edificio se proyectó con el doble objetivo de resolver la necesidad de espacio público para la ciudad y responder a la decisión de concebir un Centro de Ciencia y Diversidad Biológica que pueda actuar como una atracción turística que destaque los principales potenciales de Risaralda. El Centro tiene un área bruta de 11.700 metros cuadrados con un espacio público de 6.700 metros cuadrados, en la cubierta.
Esta gran proporción de área pública por área bruta se logra aprovechando la topografía de la parcela, que está 2 metros por debajo del nivel de las calles circundantes. El programa del Centro se concentra en este nivel de semisótano, que tiene la gran ventaja de contar con un control completo de la luz, dejando la cubierta, que es accesible desde las calles adyacentes, para uso público en un espacio concebido como un parque natural con especies autóctonas. El Centro, además del área expositiva, también tiene algunas salas polivalentes, como un auditorio con capacidad para 500 personas (que puede ampliarse para albergar hasta 750), un Domo-cine, laboratorios, áreas de usos múltiples, etc. Junto con estos, un restaurante, una cafetería, áreas comerciales, un jardín infantil y una tienda de regalos completan el programa que hará el Centro sostenible económicamente.
El Centro cuenta con dos accesos, lo que hace posible un uso simultáneo del edificio como Centro de Ciencia y Biodiversidad y centro de ocio de usos múltiples. Es posible que los visitantes experimenten las exposiciones permanentes y temporales y, en paralelo, esté teniendo lugar una convención, utilizando el domo y las áreas de usos múltiples.
El área pública en la cubierta se concibe como un atlas de la biodiversidad natural de Risaralda. Esta, junto con los 9 patios que conectan este nivel con el Centro, brinda a los visitantes una experiencia directa de algunas de las especies naturales más representativas de la región.
Todo el edificio está terminado en Royal Veta, una variedad local de piedra caliza que, junto con el diseño del paisaje, contribuye a generar la imagen de un edificio monumental invadido por la naturaleza salvaje, dándole un aspecto majestuoso en contraste con el interior en hormigón.