El zócalo transparente, en la planta baja, sirve de acceso público al edificio, por lo que sus espacios se organizan de forma libre y flexible en torno al núcleo central. El volumen central está organizada por espacios libres de trabajo y algunos despachos independientes con mamparas de cristal. Finalmente, la terraza está diseñada como zona de descanso para los empleados y para eventos con clientes.
La envolvente exterior, compuesta por lamas verticales, reduce la luz solar directa y los costes energéticos, a la par que permite las vistas desde ambas direcciones. Su bajo consumo energético se consigue gracias a estrategias de pasivas y a la reducción del soleamiento y el agua de lluvia se reutiliza para abastecer los aseos, la fuente interior y el sistema de riego.
Nueva sede de la empresa AGUR por IDOM. Fotografía por Maïté Pharisier.
Descripción del proyecto por IDOM
La nueva sede de AGUR, empresa especializada en la distribución de agua, se sitúa en la nueva ZAC Melville Lynch de Anglet. El entorno es excepcional y el telón de fondo espectacular: un bosque salvaje cubre una gran colina y a sus pies un arroyo contribuye a su realce.
Preservar esta naturaleza se convierte en nuestra primera inquietud; la fusión del hombre y la naturaleza está en el centro de nuestra reflexión: la piel del edificio se diseña para que interactúe en armonía entre ambos, dejando que la naturaleza se deslice hacia el interior y permitiendo a su vez que el usuario la contemple. Para ello, la estrategia consiste en hacer desaparecer la ventana. El mobiliario del puesto de trabajo, la "célula" del proyecto, y el alféizar de la ventana perimetral, forman un único elemento, a la misma altura. Los grandes ventanales se apoyan sobre el mueble perimetral y se coronan por un falso techo de lamas de madera que se extienden hacia el alero exterior: el bosque se hace omnipresente a través de la madera del techo y la ventana desaparece en el paisaje.
La envolvente exterior, diseñada como un velo transparente, constituye la doble piel del edificio. Compuesta por lamas verticales, reduce la luz solar directa y los costes energéticos, al tiempo que garantiza la permeabilidad visual en ambas direcciones. Esta doble piel, teñida con los tonos de la corteza de los árboles, está concebida como un velo permeable que reproduce los tonos del bosque salvaje.
Nueva sede de la empresa AGUR por IDOM. Fotografía por Federico Pardos.
Los puestos de trabajo, al modo de células, se organizan en torno a un núcleo central dedicado a las circulaciones verticales y a los servicios, con el fin de liberar las fachadas y preservar las vistas panorámicas hacia la naturaleza.
La sede, de 2400 m² de superficie, se organiza en tres volúmenes y cuatro alturas: un zócalo transparente, un cuerpo de edificio de tres niveles para las zonas de trabajo y una terraza accesible. En el centro de la misma emana un volumen central vegetalizado que alberga y oculta las salas de máquinas, la escalera, el ascensor y los aseos.
El zócalo, en la planta baja, es deliberadamente acristalado, transparente, para responder a un uso público, permeable, pero al mismo tiempo discreto. El agua, que acaricia el acristalamiento, establece un diálogo con la naturaleza dominante y circundante. Por la noche, un haz de luz emana del interior, iluminando el entorno y reafirmando la presencia de la sede. La planta baja es la zona de acceso público a la sede, con el vestíbulo, la recepción, la zona de coworking y la sala multifuncional. Estos espacios se organizan de forma libre y flexible en torno al núcleo central revestido de grandes tejas de madera: un núcleo que atraviesa todas las plantas y que simula un gigantesco tronco, soporte central del edificio, como un gran árbol. Desde el interior, hacia el sur, las vistas se abren hacia la explanada de césped desnuda de cualquier vegetación para resaltar el fondo del escenario: el bosque.
Nueva sede de la empresa AGUR por IDOM. Fotografía por Federico Pardos.
El volumen principal de las tres plantas de oficinas que se apoya en el zócalo transparente de la planta baja, levita sobre él y confiere al edificio su ligereza. Esta ligereza se ve incrementada por el reflejo del nivel del agua que abraza el edificio hacia el vial público. Las plantas alzadas están organizadas por espacios libres de trabajo y algunos despachos independientes con mamparas de cristal. La sala de hipervisión se encuentra en la primera planta, dominada por un gran panel sinóptico para la gestión de datos en tiempo real de la red de distribución de agua potable de los clientes: es el centro neurálgico de AGUR.
Por último, la terraza de la azotea está diseñada como zona de descanso para los empleados y para eventos con clientes. Un volumen en forma de ola alberga la escalera, el ascensor y la sala de máquinas, con el fin de liberar el espacio resultante para la terraza y mejorar la imagen arquitectónica. Esta ola está revestida de césped artificial y es accesible, para disfrutar de vistas panorámicas del extraordinario paisaje circundante.
El edificio se alinea a lo largo del vial para liberar un manto de césped en el lado opuesto y, al mismo tiempo, realzar el espectacular fondo boscoso. El acabado de la gran explanada está pensado para priorizar a los peatones y aumentar la calidad paisajística, aunque su uso esté destinado al aparcamiento de vehículos.
La nueva sede es también de bajo consumo energético, gracias a estrategias de pasivas y a la reducción del soleamiento, pero también es respetuosa con el medio ambiente. De acuerdo con este enfoque, se atribuye al agua, fuente de la actividad de Agur, el valor que merece: el agua de lluvia se reutiliza para abastecer los aseos, la fuente interior y el sistema de riego. Agua, naturaleza y luz en perfecta simbiosis para el bienestar de los usuarios.