Descripción del proyecto por IDOM
En Senegal la sombra y el agua lo son todo. Este proyecto de aulario, primo-hermano de otro en Gastón Berger, San Luis, que desarrollamos por encargo del Ministerio de Educación y el Banco Mundial, se sitúa en la ciudad de Bambey, a 120 Km al oeste de Dakar. Con 20.000 habitantes, Bambey destaca por su actividad predominante en el cultivo de cacahuete y ganadería, con escasas infraestructuras urbanas y en un entorno de difíciles condiciones de vida.
A unos 5 kilómetros de área urbana se encuentra la universidad de Bambey, que ocupa una extensión de 64 Ha para una población de 2000 estudiantes. Sus edificios, construidos entre 2004 y 2007, han visto su capacidad reducida tras el aumento de demanda de nuevos universitarios. Así pues, el programa de ampliación se dimensiona para 1500 estudiantes con aulaspara 50 y 100 personas, un anfiteatro de 500 plazas, laboratorios, aulas informáticas y despachos para el profesorado, repartidos una superficie construida cerrada de 4.200 m² y 11.500 m² de zona urbanizada.
El proyecto pretende responder a este contexto como la máquina perfecta, bella en su eficiencia y sin motor. Encontramos la fuente de inspiración en el mismo campus, reproduciendo un gran árbol, generador de espacio de cobijo, que aporte sombra, frescura y confort a sus usuarios sin consumo energético. Planteamos el diseño desde la sección, dotando al edificio de una gran cubierta doble y una gran celosía de fachada sur, un escudo en forma de “L” tumbada, que evita la radiación solar directa, pero que es permeable al aire. Este escudo crea un efecto Venturi generando un flujo de aire constante entre envolvente y aulas reduciendo la temperatura interior en 10-15ºC frente a los habituales 40-45ºC en el exterior.
El edificio es constructivamente sencillo y repetitivo, de escala acorde al campus, muy funcional, pero sobre todotratando de integrarse en el entorno a la vez que generamos unas óptimas condiciones de protección frente al clima. Lacubiertaes como una doble piel sostenida por vigas de acero de celosía: panel sándwich de chapa y aislamiento, en el plano superior, como primera barrera frente al calor y a la radiación solar, y con falso techo de fibras mineralizadas en el interior, generando dos capas ventiladas entre sí.Para la fachada sur, creamos una gran celosía, permeable al aire, que elimina la incidencia solar hacia el interior y actúa a la vez como un gran filtro de radiación solar, extrema en este entorno, dejando un paso de luz limitado a las necesidades funcionales del interior. En el intersticio de las dos pieles plantamos un jardín de citronelas para evitar la presencia de mosquitos portadores de malaria y aportar más frescor al espacio. Como complemento, la cubierta se extiende a modo de voladizoenunos diez metros de longitud, cubriendo un amplio espacio exterior para la estancia de estudiantes en horario no lectivo.
La combinación de la doble cubierta y doble fachada, espaciadas de uno y tres metros respectivamente, permiten crear una corriente natural de aire: la concentración de calor de la piel exterior de fachada acaba fluyendo bajo la cubierta gracias a la inclinación de la misma. Este sistema permite eliminar un alto porcentaje del calor exterior y al mismo tiempo generar un flujo de aire constante entre la doble membrana de la envolvente.
Para resolver el problema de ausencia de redes de saneamiento y de pluviales, incorporamos unas balsas vegetalizadas de infiltración que recogen el agua de lluvia por medio de canales exteriores revestidos de piedra de basalto, de distintos tamaños, para retener los sedimentos y frenar la velocidad del agua. Las balsas se conectan entre sí en caso de saturación y se integran en el paisaje a modo de meandro natural, favoreciendo las condiciones de desarrollo natural de vegetación autóctona.
Un sistema de depuración mediante fangos activados permite la depuración de aguas saneamiento, que una vez depuradas se vierten a las mismas balsas. Los fangos desechados se reutilizarán como abono agrícola.
Quisimos, por fin, que el proyecto fuera sensible con el componente social. Para ello diseñamos una fachada compuesta por bloques de perforaciones triangulares que pudieran prefabricarse in situ con mano de obra local. Así, la prefabricación de las 20.000 piezas de hormigón, del tamaño similar al de un bloque convencional, se hizo de manera artesanal en la propia obra, mediante un molde de acero galvanizado y secado al aire. La construcción de los 2.000 m2 de la fachada sur de la celosía permitió dar empleo a más de cien obreros de Bambey durante 6 meses.