El edificio tiene dos pisos de altura. En planta baja se ubican las salas para tratamientos de radioterapia, y en el nivel superior, al que se accede desde el jardín interior, se localizan las salas de hemodiálisis.
Las fachadas se resuelven mediante lamas de ladrillo cerámico que vistas en escorzo ofrecen la imagen de un edificio mayoritariamente opaco, que se va adaptando a las diferentes situaciones del interior. Los materiales y la forma del edificio generan un ambiente acogedor y una imagen menos aséptica a la que habitualmente se asocia a estos edificios.
Centro de tratamientos ambulatorios en Granollers por BAAS arquitectura + CASA Solo. Fotografía por Gregori Civera.
Descripción del proyecto por BASS arquitectura y CASA Solo
Este proyecto nace de la voluntad política de crear una red de edificios sanitarios de proximidad, que permitan recibir los tratamientos de larga duración cerca de casa y no tener que desplazarse todos los días a la capital.
El edificio, que acoge tratamientos de día, funciona de forma independiente al Hospital, con un acceso directo desde una calle que es demasiado estrecha. El volumen se retrasa para ampliar un poco la acera y construye con su geometría una pequeña plaza que recibe al visitante y construye el acceso principal al edificio.
La planta se organiza alrededor de dos patios que inundan de luz natural el interior, garantizando la privacidad necesaria. En planta baja las salas de espera se ubican junto a la calle y se reserva el interior semienterrado para las salas de tratamiento.
Centro de tratamientos ambulatorios en Granollers por BAAS arquitectura + CASA Solo. Fotografía por Gregori Civera.
La topografía permite el uso de las dos plantas con accesos diferenciados según lo exige el programa: tratamientos de radioterapia en el nivel de la calle y de hemodiálisis en el nivel superior con acceso desde el jardín interior del hospital. La diferencia de cotas permite una planta intermedia que acoge las instalaciones, evitando así su posición en la cubierta. Para remarcar la jerarquía de algunos espacios, como la sala de espera principal, esa planta intermedia a veces desaparece para ofrecer una doble altura.
Las fachadas se resuelven mediante lamas de ladrillo cerámico que vistas en escorzo ofrecen la imagen de un edificio mayoritariamente opaco, que se va adaptando a las diferentes situaciones del interior, mostrando por ejemplo la llegada a fachada de uno de los patios o con una franja intermedia de celosía que deja respirar ese nivel técnico intermedio.
Tanto por las formas sinuosas del volumen como por los materiales cerámicos porosos utilizados, que remiten a algunos fragmentos del edificio histórico, se quiere evocar un ambiente acogedor y menos aséptico de lo que es habitual en este tipo de equipamientos sanitarios, para que los pacientes que acuden habitualmente y que pasan un cierto tiempo en el edificio para seguir un tratamiento se sientan más cómodos, sintiendo que el edificio los acompaña abrazándolos con cariño.