La última de las exposiciones, sobre la obra de Friedl Dicker-Brandeis, se celebra en el Wien Museum MUSA, hasta el 26 de marzo, «Estudio Bauhaus, Viena. Friedl Dicker y Franz Singer» centrándose en analizar su paso por la Bauhaus y presentando su trabajo compartido con el también arquitecto Franz Singer con al terminar sus estudios en 1923, fundó el Werkstätten Bildender Kunst o «Talleres de Artes Visuales» en Berlín junto Franz Singer, antiguo compañero de la Bauhaus, para posteriormente crear un estudio conjunto en Viena.
Sala de actividades en el jardín de infancia municipal Montessori en el Goethehof, alrededor de 1931. Bauhaus-Archiv Berlin.
La exposición presenta una ingente recopilación de material original con dibujos en axonométrica, maquetas, muebles, fotografías y numerosos collages. Como comenta el comisario del Wien Museum MUSA, Andreas Nierhaus, la recopilación ha sido una proceso laborioso dado que «Los proyectos más importantes del estudio fueron destruidos durante el período nazi, pero su archivo se conservó milagrosamente».
Entre los trabajos expuestos destacan dos proyectos a los que pusimos especial atención en 2019: el club de tenis privado de Hans Heller con planos y fotografías muy poco conocidos, mostrando la interesante composición abstracta que hace protagonista al cilindro central que posteriormente cristalizaría, y nunca mejor dicho, en el proyecto para la residencia de la condesa Hildegard von Auersperg donde destaca de manera especial la escalera con muros de curvos de vidrio, de la que también se presenta planos y fotografías.
Casa del club de tenis Heller, 1928. Fotografía de Pfitzner-Haus. Bauhaus-Archiv Berlín.
La exposición también presenta proyectos terminados como el salón de alta costura de Lore Kriser & Co y un jardín de infantes de Montessori. Singer y Dicker-Brandeis trabajaron para clientes pertenecientes a una nueva burguesía moderna, en su mayoría intelectuales y artistas judíos que buscaban mostrarse a través de espacios modernos que les diferenciasen de estilos tradicionales.
La convulsa situación en la década de 1930 complicó la relación profesional y afectiva de la pareja Singer y Dicker-Brandeis. Dicker-Brandeis estaba relacionada con el Partido Comunista y sería encarcelada por falsificar pasaportes para sus compañeros. Tras su salida de prisión, Dicker-Brandeis aumentaría su compromiso diseñando carteles de propaganda para el Partido Comunista. Sus foto-collages en blanco y negro criticaron las condiciones de vida de la clase trabajadora, advirtieron de la inminente amenaza nazi y condenando las consecuencias de la crisis del capitalismo como vías que facilitaban los totalitarismos, la llegada del New Deal en Estados Unidos tras la crisis de 1929 era un buen ejemplo.
Sus fotomontajes dadaístas de gran formato utilizaban imágenes de Adolf Hitler, (que se pueden ver en uno de los ocho negativos en placa de vidrio expuestos), mientras que otros representaban el papel restrictivo de la mujer en la sociedad industrial.
El creciente y asfixiante ascenso del fascismo en Austria terminaría provocando la separación de la pareja. Dicker-Brandeis se trasladaría a Checoslovaquia en 1933, donde se casó con su primo, Pavel Brandeis. Singer se trasladaría a Londres en 1934 donde lograría hacerse un hueco y continuar con su trabajo.
Museo de Viena MUSA, Atelier Bauhaus, Viena. Friedl Dicker und Franz Singer, Ausstellungsansicht, 2022. Fotografía de TimTom.
Friedl Dicker, enseñó en la escuela y continuó creando arte de vanguardia, en Praga, compartiendo sus conocimientos de cómo usar el arte como terapia, también para ayudar a sobrellevar sus traumáticas experiencias a algunos de sus alumnos, niños huidos de la Alemania nazi.
Friedl Dicker sería deportada al campo de concentración de Theresienstadt en 1942, donde siguió enseñando dibujo a los niños. En octubre de 1944 intenta reunirse con su esposo y se presenta como voluntaria para hacer el viaje a Auschwitz donde fue asesinada. De este tremendo periodo quedarían atrás varias maletas con casi 5.000 dibujos y collages infantiles, reflejo de su generosidad y también de su enorme brillantez.
Sala de actividades en el jardín de infancia municipal Montessori en el Goethehof, alrededor de 1931. Bauhaus-Archiv Berlin.
La exposición presenta una ingente recopilación de material original con dibujos en axonométrica, maquetas, muebles, fotografías y numerosos collages. Como comenta el comisario del Wien Museum MUSA, Andreas Nierhaus, la recopilación ha sido una proceso laborioso dado que «Los proyectos más importantes del estudio fueron destruidos durante el período nazi, pero su archivo se conservó milagrosamente».
Entre los trabajos expuestos destacan dos proyectos a los que pusimos especial atención en 2019: el club de tenis privado de Hans Heller con planos y fotografías muy poco conocidos, mostrando la interesante composición abstracta que hace protagonista al cilindro central que posteriormente cristalizaría, y nunca mejor dicho, en el proyecto para la residencia de la condesa Hildegard von Auersperg donde destaca de manera especial la escalera con muros de curvos de vidrio, de la que también se presenta planos y fotografías.
Casa del club de tenis Heller, 1928. Fotografía de Pfitzner-Haus. Bauhaus-Archiv Berlín.
La exposición también presenta proyectos terminados como el salón de alta costura de Lore Kriser & Co y un jardín de infantes de Montessori. Singer y Dicker-Brandeis trabajaron para clientes pertenecientes a una nueva burguesía moderna, en su mayoría intelectuales y artistas judíos que buscaban mostrarse a través de espacios modernos que les diferenciasen de estilos tradicionales.
La convulsa situación en la década de 1930 complicó la relación profesional y afectiva de la pareja Singer y Dicker-Brandeis. Dicker-Brandeis estaba relacionada con el Partido Comunista y sería encarcelada por falsificar pasaportes para sus compañeros. Tras su salida de prisión, Dicker-Brandeis aumentaría su compromiso diseñando carteles de propaganda para el Partido Comunista. Sus foto-collages en blanco y negro criticaron las condiciones de vida de la clase trabajadora, advirtieron de la inminente amenaza nazi y condenando las consecuencias de la crisis del capitalismo como vías que facilitaban los totalitarismos, la llegada del New Deal en Estados Unidos tras la crisis de 1929 era un buen ejemplo.
Sus fotomontajes dadaístas de gran formato utilizaban imágenes de Adolf Hitler, (que se pueden ver en uno de los ocho negativos en placa de vidrio expuestos), mientras que otros representaban el papel restrictivo de la mujer en la sociedad industrial.
El creciente y asfixiante ascenso del fascismo en Austria terminaría provocando la separación de la pareja. Dicker-Brandeis se trasladaría a Checoslovaquia en 1933, donde se casó con su primo, Pavel Brandeis. Singer se trasladaría a Londres en 1934 donde lograría hacerse un hueco y continuar con su trabajo.
Museo de Viena MUSA, Atelier Bauhaus, Viena. Friedl Dicker und Franz Singer, Ausstellungsansicht, 2022. Fotografía de TimTom.
Friedl Dicker, enseñó en la escuela y continuó creando arte de vanguardia, en Praga, compartiendo sus conocimientos de cómo usar el arte como terapia, también para ayudar a sobrellevar sus traumáticas experiencias a algunos de sus alumnos, niños huidos de la Alemania nazi.
Friedl Dicker sería deportada al campo de concentración de Theresienstadt en 1942, donde siguió enseñando dibujo a los niños. En octubre de 1944 intenta reunirse con su esposo y se presenta como voluntaria para hacer el viaje a Auschwitz donde fue asesinada. De este tremendo periodo quedarían atrás varias maletas con casi 5.000 dibujos y collages infantiles, reflejo de su generosidad y también de su enorme brillantez.