Cuando Scarpa reconoce el lugar se encuentra con un espacio fragmentado, oscuro y dividido en dos por un muro, con dos pequeñas escaleras que conducían a un piso superior y una entreplanta, ambos muy bajos y poco iluminados. En total, un espacio que tiene unas dimensiones de 21 metros de fondo, 5 de ancho y 4 de alto.
Scarpa limpia por completo el espacio existente, introduce dos balcones en los laterales y sitúa una nueva escalera en el centro del nuevo espacio convirtiéndola en el punto central de la intervención. Además, Scarpa aumentó el número de ventanas, y crea un nuevo pavimento para la planta baja utilizando un mosaico de teselas de vidrio de formas irregulares, con cuatro colores marcando las diferentes áreas del showroom: la entrada frontal es roja, la central blanca/gris, la lateral azul y la trasera amarilla.
Scarpa remata la planta baja con otro elemento focal al instalar la escultura de Alberto Viana de 1956, titulada Nudo al sole, sobre un zócalo de mármol belga negro cubierto por un ligero velo de agua.
La paleta de materiales utilizados fue cuidadosamente seleccionada por el arquitecto: losas de mármol Aurisina para cubrir el pilar (preexistente) y el piso del rellano de la entreplanta; palisandro para los estantes sobre los que descansan las máquinas de Olivetti, ancladas al suelo solo por la parte delantera y sostenidas por tirantes de acero inoxidable; y teca africana para los balcones. Las paredes están hechas de yeso veneciano sobre paneles, intercalados con luces fluorescentes verticales protegidas por láminas de vidrio esmerilado. Se proporciona iluminación adicional mediante lámparas de ébano deslizantes sobre cables de acero.
En la planta superior, las ventanas que dan a la plaza están protegidas interiormente por unas rejillas ovaladas correderas de teca y palisandro, mientras que los estantes para las máquinas de escribir son de palisandro o de metal y cristal. Las dos salas laterales, una de las cuales todavía está habilitada para su uso como oficina, tienen paredes de yeso o paredes con acabado de estuco veneciano.
El motivo realizado en la rejilla de teca también se encuentra en el viraje de la «Puerta de agua» que se abre en la parte trasera; aquí también se puede ver en la parte inferior la piedra y estuco que continúa en el entreplanta.
Sala de exposición de Olivetti en Piazza San Marco por Carlo Scarpa. Fotografía por José Juan Barba
Restauración.
La obra de Carlo Scarpa ha sido recuperada y puesta en valor poco a poco tras su muerte accidental en 1978. Sus delicados trabajos en Venecia se han ido restaurando en la últimas décadas. En 1996, se completo la restauración del Aula Manlio Capitolio en el juzgado Civil y Penal de Venecia (proyectado por Scarpa entre 1955-1957) y en junio de 2006 la taquilla de la Biennale ai Giardini fue completamente recuperada. Estas restauraciones permitieron ir acumulando experiencia y conocimiento en las técnicas y uso de los materiales por Carlo Scarpa.
Tras un periodo de usos inapropiados y un inadecuado mantenimiento (en 1984 el antiguo showroom se había convertido en una tienda de souvenirs), en 2009 y tras un precario estado de mantenimiento un comité del Ministerio de Cultura creado para la conservación de las obras de Scarpa decidió actuar de manera urgente. Se llevó a cabo una intervención realizada con exquisito respeto, desarrollando un proceso muy cuidadoso y riguroso, que permitió una recuperación minuciosa y delicada, consiguiendo devolver a su esplendor inicial la extraordinaria tienda de Carlo Scarpa para Olivetti.
BIBLIOGRAFÍA.