Esther Ferrer. nació en San Sebastián, País Vasco (España) el 19 de de diciembre de 1937. Se la conoce por ser una de las mejores artistas españolas de su época, destacando en el “performance art”.
En colaboración con el pintor y cineasta José Antonio Sistiaga inauguran el primer Taller de Libre Expresión, la que sería el origen del resto de trabajos artísticos de la performer. Años más tarde, en 1967, se integra al grupo musical de vanguardia ZAJ, en el que conocerá a artistas de diversas especialidades: poetas, pintores, músicos o escultores. A partir de su experiencia en el ZAJ, comenzó un proceso de investigación en cuanto a la multidisciplinariedad del arte en su conjunto, dando así, lugar a trabajos performativos. Esther retoma la creación de obras plásticas combinadas con fotografías, instalaciones, o cuadros inspirados en los números primos y el número Pi. Siguiendo esta línea artística, las obras de Esther Ferrer se caracterizan por ser parte de la corriente minimalista y conceptual de los años ‘60 con una incansable búsqueda de referencias feministas.
Esther Ferrer. ha logrado desarrollarse como artista tanto en España como en el extranjero: Alemania, Italia, Suiza, Bélgica, Francia, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Bulgaria, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, Brasil, Tailandia, Japón, Corea o Palestina.
Además sus obras se han podido disfrutar en diferentes salas de arte en España, Francia (París), Alemania o México. Al igual que sus ponencias en el ámbito universitario, teniendo una gran relevancia en España y otros países como Francia o Canadá.
La performer española ha logrado los mayores reconocimientos a nivel nacional e internacional, como pueden ser el Premio Nacional de Artes Plásticas (2008), el Premio Gure del Gobierno Vasco (2012), el premio Mujeres en las Artes Visuales (MAV) (2014), el Premio Marie Claire de l’Art Contemporain (2014) y el Premio Velázquez (2014), este último por su gran trayectoria en los países iberoamericanos.
En colaboración con el pintor y cineasta José Antonio Sistiaga inauguran el primer Taller de Libre Expresión, la que sería el origen del resto de trabajos artísticos de la performer. Años más tarde, en 1967, se integra al grupo musical de vanguardia ZAJ, en el que conocerá a artistas de diversas especialidades: poetas, pintores, músicos o escultores. A partir de su experiencia en el ZAJ, comenzó un proceso de investigación en cuanto a la multidisciplinariedad del arte en su conjunto, dando así, lugar a trabajos performativos. Esther retoma la creación de obras plásticas combinadas con fotografías, instalaciones, o cuadros inspirados en los números primos y el número Pi. Siguiendo esta línea artística, las obras de Esther Ferrer se caracterizan por ser parte de la corriente minimalista y conceptual de los años ‘60 con una incansable búsqueda de referencias feministas.
Esther Ferrer. ha logrado desarrollarse como artista tanto en España como en el extranjero: Alemania, Italia, Suiza, Bélgica, Francia, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Bulgaria, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, Brasil, Tailandia, Japón, Corea o Palestina.
Además sus obras se han podido disfrutar en diferentes salas de arte en España, Francia (París), Alemania o México. Al igual que sus ponencias en el ámbito universitario, teniendo una gran relevancia en España y otros países como Francia o Canadá.
La performer española ha logrado los mayores reconocimientos a nivel nacional e internacional, como pueden ser el Premio Nacional de Artes Plásticas (2008), el Premio Gure del Gobierno Vasco (2012), el premio Mujeres en las Artes Visuales (MAV) (2014), el Premio Marie Claire de l’Art Contemporain (2014) y el Premio Velázquez (2014), este último por su gran trayectoria en los países iberoamericanos.
