Iñaqui Carnicero (Madrid, 1973) y Carlos Quintans (Senande-Muxía, 1962) han sido elegidos para dirigir el pabellón español de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2016, cuya programación global se encuentra en esta edición bajo la batuta del conocido arquitecto chileno Alejandro Aravena (que sucede en el puesto de comisario general al holandés Rem Koolhaas que lo fue en 2014 y anteriormente a la japonesa Kazuyo Sejima, en 2012).
- Iñaqui Carnicero es professor de proyectos en la universidad de Cornell, en Estados Unidos, actividad que compatibiliza con su trabajo profesional como arquitecto, por el que ya ha sido reconocido con importantes premios como el Design Vanguard Award, AIANY Housing Award, Emerging Architects Award, FAD y Premio COAM.
- Carlos Quintans es Profesor del departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Escuela de A Coruña y co-director de revista Tectónica, además de arquitecto también reconocido con premios como el COAG, FAD o la Bienal de Arquitectura Española.
Los nombramientos, que competen a una especie de patronato que rige el Pabellón de España, en el que están presentes el Ministerio de Fomento, el ICEX, Acción Exterior, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos y la fundación Arquia, entre otras entidades públicas y privadas.
El pabellón de España se sitúa por su importancia entre los más relevantes de la Bienal (es de los pocos con carácter permanente y en régimen de propiedad), y también por su privilegiada ubicación en el recinto veneciano, donde se situa cerca de la zona de la entrada.
Esta designación, dicen los arquitectos, supone un gran desafío y su intención es diseñar una propuesta atractiva para representar a un país con un enorme peso en el panorama internacional de la arquitectura. Para comprender esa dimensión, suelen mencionarse 50 o 60 profesionales; pues bien, Carnicero y Quintans, para empezar a trabajar, han elaborado un listado de arquitectos de proyección con un total de 500 nombres, cuya trabajo merecería ser expuesto en el pabellón. Y de esa nómina han de salir los profesionales que participen en el proyecto expositivo que ambos desarrollen para el pabellón de la Bienal.
La idea que manejan, y que inspira los últimos cambios de filosofía en la Dirección General de Arquitectura, es la de llevar fuera este magnífico patrimonio, poner en valor la tarea de estos profesionales (su preparación, creatividad y solvencia) y que en realidad ya acaparan decenas de departamentos de universidades y escuelas por todo el planeta. Venecia debe convertirse no solo en un escaparate teórico sobre soluciones, belleza y técnica sino también en una plataforma comercial que muestre al mundo las capacidades de los arquitectos españoles.
Han comenzado las reuniones previas con Aravena, que ya ha impuesto el tema que marcará esta feria, Elemental, que es un concepto que «define en buena medida su trayectoria y sobre el que está trabajando siempre». Antes de Navidades deberían estar cerradas las líneas maestras, ya que el certamen abre sus puertas el próximo 28 de mayo, y estará a pleno rendimiento durante más o menos medio año, con un sinfín de actividades, talleres, exposiciones, conferencias, mesas redondas, etcétera.
La idea de Elemental define la necesidad de la vivienda «como un derecho fundamental de todo ser humano», y propugna un debate en torno a lo esencial, pensando en un futuro ético.
Hay pabellones que exponen una sola obra, otros un solo arquitecto, proyectos construidos o no, un grupo de arquitectos determinado o una tendencia. ”Nuestra idea es incluir en el proyecto expositivo el mayor número de participantes para mostrar la gran variedad de tendencias que podemos encontrar en la arquitectura que se realiza en España”.
Aunque Carnicero y Quintáns no han cerrado el proyecto, tienen claro que en el pabellón español en Venecia “no se hablará de arquitectura espectáculo ni de obra pública mastodóntica”: el debate girará sobre los problemas más elementales. “Buscamos temas necesarios, decisivos, que lo que el arquitecto realice sirva para algo, que no sea un canto al sol”. “Nos dedicamos a pensar”.
Por el momento, ambos comisarios barajan varias posibilidades de actuación, aunque “sabemos que nos gustaría reivindicar el factor tiempo y mostrar arquitecturas que son capaces de perdurar y adaptarse a todo tipo de circunstancias y programas. Somos conscientes de que estrategias como el reutilizar, reurbanizar, reformar, rehabilitar, recomponer muchas de las cosas que ya existen han pasado a convertirse en la labor principal de la arquitectura. Nos gustaría que el pabellón de España pusiera de manifiesto ejemplos que desde la consideración de lo existente son capaces de generar algo nuevo a través de intervenciones de pequeña escala."