Desde el 6 de febrero al 5 de junio del 2016, la Fundación Cartier pour l'art contemporain presenta por primera vez en Europa una amplia retrospectiva de la obra de Fernell Franco, una importante y poco reconocida figura de la fotografía latinoamericana. Reportero gráfico de profesión, Fernell Franco elaboró un intenso trabajo en el que trató la naturaleza precaria y conflictiva de la vida urbana en Cali, ciudad en la que vivió y trabajó durante la mayor parte de su carrera.
Descripción de la exposición por la Fundación Cartier
"En el campo por la noche, hay un espectáculo de estrellas en el cielo. Lo que vi en contraste cuando llegué en Cali fue que las estrellas estaban en la tierra."
Fernell Franco.
Fernell Franco entro en el mundo de la fotografía por necesidad. Desplazado siendo niño por la violencia bipartidista que se desencadenó en Colombia entre 1948 y 1953, fue una de las miles de personas que huyeron del campo para asentarse en los barrios marginales y pobres de Cali. Comenzó a trabajar a una edad temprana y aprendió fotografía en el trabajo como mensajero en un estudio fotográfico, más tarde, trabajó como fotocinero tomando fotografías de personas en las calles. En 1962, fue contratado como reportero gráfico de El País y Diario Occidente y más tarde trabajó como fotógrafo de moda y publicidad para revistas como Diners y Elite. Como reportero gráfico, entró en contacto diario con la violencia y las desigualdades de la sociedad colombiana, documentando levantamientos urbanos y matanzas rurales, así como fiestas de la élite de Cali.
Durante este período, la ciudad de Cali se encontraba en un período de gran crecimiento y transformación, estimulada por la afluencia de migrantes rurales que, como Franco, habían sido desplazados por la Violencia, así como por el desarrollo de la industria azucarera. Al mismo tiempo, surgió una comunidad artística importante, transformando lo que antes era una ciudad periférica en un importante centro cultural. Introducido en el ambito del arte y la cultura a través de su trabajo como reportero gráfico, Franco se convertiría en parte de esta vibrante escena artística que incluía al talentoso escritor Andrés Caicedo, los cineastas Luis Ospina y Carlos Mayolo y los artistas Ever Astudillo y Oscar Muñoz, con los que compartía su fascinación por la cultura popular y el interés por los temas urbanos que habían sido previamente inexplorados en el arte, cine y literatura colombiana.
Más allá de la fotografía documental: un nuevo lenguaje visual
"Yo estaba buscando cosas comunes, cosas que tuvieran lugar en la ciudad en una base diaria y que sucedieran en las vidas de gente normal. Algo para diferenciarla de la obra que había estado haciendo en la publicidad y la fotografía de moda." Fernell Franco.
Impulsado por la búsqueda de la expresión personal, Fernell Franco produjo varias series extraordinarias que documentaron las comunidades marginadas, la destrucción y transformación urbana y trataron temas como la violencia y la marginación. Su estilo es muy diferente del de la fotografía documental social predominante en América Latina en el momento, en el que la imagen debía transmitir un mensaje directo. Su lenguaje visual no es explícito, es sugerente, compuesto por ruinas desmoronadas (Demoliciones), paisajes acuáticos desiertos (Pacifico), paquetes envueltos (amarrados), bicicletas (Bicicletas), la arquitectura y sus espacios (Interiores, Billares, color popular). Para dar protagonismo a la calidad expresiva de sus fotografías, juega con el contraste entre la luz y la sombra o acentua el grano de sus impresiones, a veces dibujando directamente sobre su superficie usando el lápiz o el aerógrafo. Bajo la influencia de los efectos de claroscuro del cine negro y la estética del neorrealismo italiano, que descubrió cuando era niño en las salas de cine de Cali, sus obras tienen una calidad cinematográfica, que incorpora a menudo elementos de la narración y el tiempo.
Entre su más célebre serie presentada en la exposición es Prostitutas (1970), un conjunto de fotografías en blanco y negro de las mujeres y niñas que trabajaban en una de los últimos burdeles de Buenaventura, una ciudad en declive que una vez había sido un próspero puerto. Deliberadamente la elección de blanco y negro y el empleo de fotomontaje para crear la repetición - un proceso que el fotógrafo vincula al cine - construye una narrativa que transmite la realidad de la vida cotidiana de las prostitutas al tiempo que sugiere una sensación de claustrofobia.
La serie Interiores, Billares y Demoliciones explora la rápida modernización, la urbanización y la destrucción de la ciudad de Cali. Para Interiores (que marca el inicio de la colaboración de Fernell Franco con Oscar Muñoz) Fernell Franco fotografió los anteriormente majestuosos interiores de mansiones viejas abandonadas que habían sido convertidas en viviendas para los pobres y marginados. En Billares, Fernell trató de capturar el espíritu de las viejas salas de billar de Cali, lugares importantes de la sociabilidad y ocio - que fueron sometidos a la demolición para ser reemplazados por bares de soda más "modernas".
En las Demoliciones de la serie, el fotógrafo registró la destrucción del patrimonio arquitectónico de Cali por la violencia relacionada con las drogas, que enfoca su cámara en los edificios de la ciudad en ruinas. Al fotografiar estos sitios cargados emocionalmente, Fernell Franco no sólo habla de la violencia y la marginación, también de la dificultad de conservar la memoria colectiva de una nación. Al contrario que muchos de sus contemporáneos que siguen trabajando en un estilo fotográfico más tradicional, la visión de Fernell Franco está en algún punto entre la fotografía, el cine y la pintura, acercando de la brecha entre fotografía y arte. Ampliando los límites de lo que podría considerarse la fotografía, trascendiendo la imagen documental en busca de un significado personal, ofreciendonos una experiencia subjetiva del mundo contemporáneo.