Descripción del proyecto por C+ arquitectas
Los Descensos es una infraestructura interactiva que acondiciona un estanque abandonado para su uso público que funciona como un mediador medioambiental: haciendo visibles sus conexiones con el agua nos vincula con el lugar, con su territorio, su memoria y sus recursos.
Compuesta por cuatro micro-intervenciones temporales, permite ver en tiempo real los niveles de agua de los pantanos que suministran a la Vaguada (Madrid), sentir con la piel las variaciones del caudal de los ríos y recorrer las grietas por las que se filtró el agua del estanque, sumergiendo al visitante en paisajes de datos, de contaminación y de la arqueología del Parque de la Vaguada.
Pero no sólo informa sobre condiciones medioambientales sino que también responde a ellas. Responde al clima, a las estaciones y a las horas del día, y sus rangos de intensidad dependen de los caudales de agua de los ríos y pantanos, apagándose cuando hay sequía. Así el uso del estanque se adapta a las necesidades del medioambiente (y no a la inversa). Cada micro-intervención es también una estrategia de recuperación y mantenimiento del estanque inutilizado. Mediante agua, luz y pintura lo ilumina, humedece, facilita su accesibilidad y le dota de una nueva imagen.
El proyecto, parte del programa Imagina Madrid, emerge en enero de 2018 a través de sesiones de co-diseño en las que vecinos y vecinas expresaron que el agua pertenece a la memoria reciente del Parque de la Vaguada y el estanque, ahora vacío, es un icono de su ausencia. Por ello, las micro-intervenciones colonizan el estanque para uso público a la vez que recuperan, mediante las nuevas presencias del agua, la memoria cultural, territorial y medioambiental de La Vaguada.
Cada intervención está relacionada con un descenso que hace visible vínculos antiguos y actuales con el agua, desde los embalses, a los ríos, a las canalizaciones de suministro del S. XVII a las microfiltraciones de la última década, sugiriendo nuevas formas de relacionarnos con ella. Además, las intervenciones invitan a la reflexión sobre el valor medioambiental del agua, como recurso para nuestro consumo o como hábitat de otras especies, a menudo contaminado. El proyecto pretende así contribuir a la construcción común de una conciencia medioambiental y provocar cambios en nuestras prácticas cotidianas.
Luces para conocer el origen del agua que consumimos: ¿De dónde viene el agua que bebemos en Madrid? Desciende de las nubes y se acumula en los embalses de la sierra. El color y la forma de las luces representan los cuatro embalses de los que se abastece principalmente el barrio del Pilar: El Villas, El Atazar, El Vado y Pedrezuela. Las pulsaciones de la luz traducen en tiempo real el estado del nivel de agua de cada uno de los embalses. Si no hay agua, las luces permanecen apagadas.
¿Saber de dónde viene el agua contribuye a cuidar su consumo?
Nubes para conocer el caudal del Río Jarama: El Río Jarama desciende desde el embalse El Vado hasta Madrid. Cuando tiene caudal suficiente los nebulizadores se activan aportando vapor de agua al estanque vacío, mejorando sus condiciones ambientales y fomentando la diversión y el juego, que siempre formaron parte del uso de los ríos y de esa zona de La Vaguada. La densidad de la nube traduce en tiempo real el caudal del río, apagándose en caso de riesgo de sequía.
¿Sentirnos “dentro del río” contribuye a cuidar los animales y plantas que lo habitan?
Rampa para recuperar la memoria territorial: Una rampa-grada-escalera facilita el descenso al estanque. La rampa se sitúa en la ubicación más próxima a los Viajes del agua, la red histórica de suministro de agua creada en el S. XVII. Para su construcción se han reutilizado maderas provenientes de infraestructuras ciudadanas de varias plazas de Madrid, y los patrones metalizados que la decoran han sido realizados en colaboración con El Enredadero. Reproducen las pieles de los peces que habitan los ríos que, desde los embalses, suministran de agua al Barrio del Pilar y cuyos hábitats están muy contaminados.
¿Recordar lo que había hace muchos años en este espacio (antes de la construcción el Parque de la Vaguada) nos hace conectar con nuestro pasado y compartir sus historias?
Pintura para recuperar la memoria del estanque: Al limpiar el estanque su historia ha emergido. El micro descenso del agua que se filtraba por las grietas del fondo del estanque queda señalado gracias a la pintura. La pérdida queda así conmemorada mediante una imagen celebrativa que invita a nuevos usos.
¿Visualizar las fisuras ayuda a celebrar y usar el estanque con imaginación?