La segunda estrategia, Non Binary Space, se basa en la intención de generar espacios fluidos donde la flexibilidad y adaptabilidad es el elemento principal. Los infinitos nuevos modelos de vida obligan a formular una forma de intervenir y no-intervenir, que aspire a una máxima adaptabilidad de las circunstancias cambiantes de las conductas humanas.
«Non Binary Cross Space» por PACHÓN—PAREDES. Fotografía por Luis Asín.
Descripción del proyecto por Pachón-Paredes
La propuesta ocupa y adapta una ultra-compartimentada vivienda de estructura de hormigón en el barrio de Pacifico del ensanche de Madrid. Forma parte de una serie de proyectos que se enmarcan dentro de dos investigaciones activas:
-«NON-BINARY SPACE», es un proceso de investigación transversal a diferentes escalas, que explora el hábitat indefinido a través de las sinergias que se producen entre espacio, tiempo, materia y energía; con el objetivo de no comprometer la libertad de uso, ocupación, adaptación e interpretación del espacio por sus usuarios, culturas y vectores socio-económicos a lo largo del tiempo.
-Por otro lado, «CROSS-SPACE» conforma una serie de transformaciones, adaptaciones, rehabilitaciones y agregaciones que están configurando una estrategia de ocupación espacial, natural al tipo de estructura o infraestructura de la arquitectura en la que se enmarcan.
«Non Binary Cross Space» por PACHÓN—PAREDES. Fotografía por Luis Asín.
CROSS-SPACE
Ocupando estructuras.
CROSS-SPACE III es el tercer proyecto que explora esta estrategia de intervención y ocupación de estructuras, en este caso de hormigón y en edificios de vivienda colectiva. Los espacios se adaptan a las dimensiones, luces, alturas y limitaciones constructivas propias que las estructuras y dimensionados de hormigón produjeron en la segunda mitad del s.XX en los ensanches y arrabales de diferentes ciudades españolas. En el caso de Madrid, este tipo de estructuras representan una gran cantidad del tejido construido que fue completando los vacíos que dejo libres el plan del Ensanche de Madrid tras la guerra civil, y otros arrabales del entorno Metropolitano.
«CROSS-SPACE» supone no solo una forma de adaptación y transformación espacial, sino constructiva y económica, ya que las soluciones que se adoptan en los planos que componen la envolvente espacial, se adaptan y se aprovechan de las condiciones existentes de las bases estructurales de forjados, pilares, vigas, huecos y fachadas.
La estrategia de ocupación analiza e interpreta las posibilidades de la retícula estructural originada por el sistema estructural para delimitar 2 tipos de espacios: Espacios «binarios» y definidos; y Espacios «No-binarios», indefinidos, de carácter neutro y flexible. Estratégicamente se plantean y construyen los espacios definidos mínimos necesarios en cada proyecto, generando un espacio resultante, un vacío, «no-construido», el «cross-space», de carácter indefinido. El espacio resultante se formaliza dependiendo de la estructura a habitar con diferentes cuadrantes, naves o espacios cruzados, y espacios adyacentes o continuados, que se pueden entender (y usar) como extensiones, añadidos o transiciones, permitiendo una indefinición atemporal de espacios y usos asociados.
«Non Binary Cross Space» por PACHÓN—PAREDES. Fotografía por Luis Asín.
NON-BINARY SPACE
Espacio fluido: Plaza, calle y fachada «domesticas».
Nadie puede definir hoy de forma precisa como vivimos, como se quiere vivir, o como viviremos en el futuro cercano. A diferencia de otras épocas históricas, en las que la función, la privacidad, la familia y el estilo de lo doméstico estaba condicionado por vectores socio-económicos que definían el carácter de la arquitectura que lo contenía, y por lo tanto los límites del comportamiento y uso de los usuarios; hoy, la sociedad, con muchas minorías y diversidades, demanda más que nunca la flexibilidad y adaptabilidad de los modelos socio-culturales y urbanos, tanto a escala local y micro, como global y macro. La arquitectura debe adquirir una capacidad de fluidez y ductilidad entre usos, funciones y tipologías de definición e indefinición del espacio en el tiempo. Debemos revisitar las teorías de flexibilidad, hibridación, adaptabilidad y neutralidad, con el objetivo de formular una forma de intervenir y no-intervenir, que aspire a una máxima adaptabilidad de las circunstancias cambiantes de las conductas humanas.
Los cuadrantes «no-construidos» que conforman el espacio vacío del «cross-space», espacios de uso libre, se plantean como espacios dinámicos, fluidos, espacios «calle, plaza, vía pública, espacio colectivo y compartido». El carácter de este espacio permite a sus usuarios colonizarlo y programarlo, unirlo y conectarlo, revertirlo con relativa facilidad dependiendo de sus necesidades a lo largo del día, semana, meses o años, como si del espacio público de la ciudad se tratará. En CROSS-SPACE (III), en las «fachadas» principales, que configuran los 4 fondos del «cross-space», se condensan elementos que permiten programar y desprogramar de una forma más específica cada uno de los cuadrantes, ya sea para un uso culinario, ofimático, deportivo o de ocio y distensión; así contienen e integran: electrodomésticos, instalaciones, despensas; puertas, colgadores, rocódromo, y material deportivo; radiadores, aire acondicionado, umbrales; mesas, ordenadores, pantallas, estanterías y trasteros…
«Non Binary Cross Space» por PACHÓN—PAREDES. Fotografía por Luis Asín.
Por otro lado, los espacios «binarios» a lo doméstico, quedan encajados en el perímetro global del espacio «no-binario», habitando los límites del «cross-space» y dando soporte al espacio indefinido. Así, ese límite construido definido se convierte en las fachadas secundarias del espacio público domestico: habitaciones, baños, armarios, instalaciones, paneleados, ventanas, puertas, paredes, terrazas, etc.… son «comercios, locales, soportales, pasadizos, miradores, vallas y jardines».
El NON-BINARY SPACE se convierte en una infraestructura espacial, que sirve como catalizador entre lo público, compartido, colectivo; y lo privado, especifico o particular.
Energía y materia neutra.
El espacio «no-binario» ha de disfrutar de diferentes conexiones físicas, orientaciones, características termodinámicas, y acceso a espacios exteriores. Debe de proporcionar diferentes posibilidades termodinámicas pasivas y activas a sus potenciales usuarios. Así, se liberan y conectan físicamente los perímetros justos necesarios al espacio exterior, que permiten la mayor adaptabilidad posible a nivel de iluminación natural, ventilación y acceso a espacios exteriores, mediante la recuperación de terrazas anteriormente incorporadas al interior. El tratamiento material-constructivo atiende también a un carácter indefinido de los elementos, tratándose de situarse en lo neutral, tanto en lo «visual/estético» como en lo «invisible/tectónico», con el objetivo de que sea lo más universal, y adaptable y apropiable por los usuarios.