Esta semana Gianpiero Venturini entrevista al arquitecto Fabrizio Barozzi con un doble objetivo: aprender lo que significa ser un arquitecto del siglo XXI a través del entendimiento de sus métodos de trabajo, temas y enfoque; e inspirar a las nuevas generaciones de arquitectos y estudiantes.
PAST cuenta como fueron sus inicios, que razones le llevaron a estudiar esta profesión, anécdotas y algunos de sus primeros encargos. También se cuestiona las condiciones que le permitieron llevar a su empresa a estar entre las más reconocidas a nivel internacional.
PAST cuenta como fueron sus inicios, que razones le llevaron a estudiar esta profesión, anécdotas y algunos de sus primeros encargos. También se cuestiona las condiciones que le permitieron llevar a su empresa a estar entre las más reconocidas a nivel internacional.
Gianpiero Venturini: ¿Podrías compartir alguna anécdota o historia divertida que represente los primeros años, algo que creas que es importante recordar de esos años?
Fabrizio Barozzi: "Desde el principio, cuando era niño, quería ser arquitecto, en realidad. Así que desde entonces, estaba muy interesado y amaba la arquitectura - bueno, no la arquitectura - los edificios o algo así. Para mí, estudiar arquitectura fue una decisión muy fácil y natural. Recuerdo que la primera vez que tuve contacto con la arquitectura contemporánea y empecé a darme cuenta de lo que era cuando vi Villa Malaparte de Adalberto Libera. Básicamente, porque Libera nació en la misma ciudad que yo. Nació muy cerca de mi casa, así que oí hablar de este arquitecto que nació muy cerca de mí, pero no tenía ni idea de quién era y este arquitecto hizo este maravilloso e increíble edificio en Capri, es decir, Villa Malaparte. Así que tengo recuerdos muy claros de esta primera imagen que dije,'Wow, esto fue hecho por un chico que nació cerca de mí'. Y creo que en cierto modo fue la primera imagen que vi -sólo por la cercanía de la ciudad- la que marcó mi futura carrera y me di cuenta de que quería hacer algo parecido".
Fabrizio Barozzi: "Desde el principio, cuando era niño, quería ser arquitecto, en realidad. Así que desde entonces, estaba muy interesado y amaba la arquitectura - bueno, no la arquitectura - los edificios o algo así. Para mí, estudiar arquitectura fue una decisión muy fácil y natural. Recuerdo que la primera vez que tuve contacto con la arquitectura contemporánea y empecé a darme cuenta de lo que era cuando vi Villa Malaparte de Adalberto Libera. Básicamente, porque Libera nació en la misma ciudad que yo. Nació muy cerca de mi casa, así que oí hablar de este arquitecto que nació muy cerca de mí, pero no tenía ni idea de quién era y este arquitecto hizo este maravilloso e increíble edificio en Capri, es decir, Villa Malaparte. Así que tengo recuerdos muy claros de esta primera imagen que dije,'Wow, esto fue hecho por un chico que nació cerca de mí'. Y creo que en cierto modo fue la primera imagen que vi -sólo por la cercanía de la ciudad- la que marcó mi futura carrera y me di cuenta de que quería hacer algo parecido".
PRESENT nos ayuda a entender el funcionamiento de su estudio y como ha ido creciendo a lo largo del tiempo. De esta manera podemos llegar a entender las razones de su éxito.
GV: ¿Son sus intereses de hoy los mismos que los del principio o cómo ha evolucionado a través del tiempo?
FB: "En nuestro trabajo, tratamos de encontrar un equilibrio o un equilibrio entre hacer algo específico para un lugar pero, al mismo tiempo, tratamos de crear un objeto autónomo o independiente. Creo que esta dicotomía que está en la base de nuestro trabajo, esta idea de encontrar el equilibrio entre estos dos conceptos opuestos proviene de nuestra biografía. En los primeros años, nuestro primer proyecto intentó estar más ligado al contexto, intentó trabajar en continuidad con algo. En los proyectos más recientes, tratan de ser más autónomos, creando una especie de objeto absoluto. Y creo que este movimiento en estos dos conceptos es algo que explica la evolución de nuestra práctica. Creo que estos dos elementos - trabajar en la especificidad del contexto y del lugar y crear algo que sea capaz de preservar la autonomía de la forma - son las dos condiciones extremas y opuestas en las que trabajamos".
FB: "En nuestro trabajo, tratamos de encontrar un equilibrio o un equilibrio entre hacer algo específico para un lugar pero, al mismo tiempo, tratamos de crear un objeto autónomo o independiente. Creo que esta dicotomía que está en la base de nuestro trabajo, esta idea de encontrar el equilibrio entre estos dos conceptos opuestos proviene de nuestra biografía. En los primeros años, nuestro primer proyecto intentó estar más ligado al contexto, intentó trabajar en continuidad con algo. En los proyectos más recientes, tratan de ser más autónomos, creando una especie de objeto absoluto. Y creo que este movimiento en estos dos conceptos es algo que explica la evolución de nuestra práctica. Creo que estos dos elementos - trabajar en la especificidad del contexto y del lugar y crear algo que sea capaz de preservar la autonomía de la forma - son las dos condiciones extremas y opuestas en las que trabajamos".
FUTURE busca debatir sobre temas de hoy y mañana. Cada arquitecto trata una serie de conceptos clave que representan su enfoque y buscan inspirar a las nuevas generaciones.
GV: ¿Cuál es el mensaje que te gustaría transmitir a las nuevas generaciones que se enfrentan a la profesión hoy en día?
FB: "Es muy difícil dirigir un mensaje. Pero creo que ser arquitecto es una profesión increíble, es algo que me encantaba ver cuando era niño. Pero para seguir trabajando y ser arquitecto, es bastante difícil, una profesión muy dura. Así que creo que lo más importante es ser optimista con lo que sucederá en el futuro y también ser paciente y constante. La arquitectura es algo que está ligado a mucho tiempo para ver un acabado de un edificio, hay que esperar 8 o 10 años, por lo que hay que controlar el tiempo y ser paciente y ser constante y seguro, optimista, si no, es muy difícil trabajar en esta bella profesión".
FB: "Es muy difícil dirigir un mensaje. Pero creo que ser arquitecto es una profesión increíble, es algo que me encantaba ver cuando era niño. Pero para seguir trabajando y ser arquitecto, es bastante difícil, una profesión muy dura. Así que creo que lo más importante es ser optimista con lo que sucederá en el futuro y también ser paciente y constante. La arquitectura es algo que está ligado a mucho tiempo para ver un acabado de un edificio, hay que esperar 8 o 10 años, por lo que hay que controlar el tiempo y ser paciente y ser constante y seguro, optimista, si no, es muy difícil trabajar en esta bella profesión".
