El evento de arte alberga aproximadamente 160 obras de arte en 200 pueblos, que habitan en espacios abandonados como sitios de interacción. El pasaje de 750 metros de longitud atraviesa formaciones rocosas para ofrecer a los visitantes vistas panorámicas de un Japón poco conocido, un país nevado y montañoso, con una de los tres grandes simas del país.
Basándose en los "cinco elementos" de la naturaleza (madera, tierra, metal, fuego, agua), el esquema de MAD transforma diferentes puntos a lo largo del histórico túnel a través de la realización de varios espacios arquitectónicos y atmósferas artísticas. Los diseños replantean la relación entre los humanos y la naturaleza, y buscan volver a conectar a los lugareños y visitantes por igual con la belleza majestuosa de esta tierra.
"Periscopio" (madera)
Al acercarse al túnel, se ha erigido una pequeña "choza" de madera que sirve como cafetería, tienda de souvenirs (con artesanías locales) en la planta baja. Dentro del techo inclinado de cedro en el nivel superior, hay un balneario para los pies, de aguas termales. Una abertura circular - el "Periscope" - en el techo se abre hacia el cielo. Rodeada por lentes de espejo que reflejan la naturaleza del sitio circundante hacia el interior, la intervención sutil brinda a los visitantes la oportunidad de disfrutar del paisaje natural al aire libre, mientras toman un baño de pies y se relajan en el calor del interior de madera.
"Expresión de color" (tierra)
La entrada al túnel ha sido restaurada a su antiguo esplendor, y abre el paso hacia el pasaje recientemente renovado. Originalmente iluminado por medios naturales, ha sido equipado con una serie de luces de diferentes colores que definen cada punto de observación a lo largo del túnel. Capturado como "La expresión" del espacio, su vitalidad, en combinación con la música misteriosa, establece un ambiente sutil pero dinámico que despierta una cierta curiosidad de lo desconocido para aquellos que están deambulando.
"Burbuja invisible" (metal)
La primera de las renovaciones del punto de observación es la "burbuja invisible". Como si aterrizara desde otro mundo, la estructura en forma de cápsula refleja suavemente la silueta del túnel, mientras refleja su entorno. Funcionando como un sumidero, la pared que mira hacia la garganta es transparente. Esta ventana exterior está cubierta por una película metálica que solo permite vistas de un solo sentido desde adentro hacia afuera, jugando con la noción de público y privado. Proporcionando una escapada tranquila, un lugar de soledad, es un espacio íntimo que se encuentra en un entorno público abierto. Pone en cuestión cómo reaccionan las personas cuando piensan que nadie está mirando: un rincón ideal de contemplación.
"La gota" (fuego)
Las 'gotas de rocío' están dispersas a lo largo de la curvatura del segundo punto de observación. "La gota" es una serie de aperturas reflexivas que son como ventanas de incertidumbre. Mientras proyectan una realidad reflejando el entorno natural, también parecen surrealistas, como moléculas de agua, están suspendidas del techo y las paredes, congeladas en el tiempo. Al mirar estos espejos convexos, retroiluminados por una luz roja ardiente, experimentan una conexión alternativa con la naturaleza, una que es a la vez misteriosa y cálida.
"Cueva de luz" (agua)
La culminación de la restauración se expresa en la forma de la "Cueva de luz". El túnel de acero inoxidable semipulido rodea el túnel, atrayendo las distintas formaciones rocosas, la exuberante vegetación y el agua color turquesa del preciado terreno, hacia el espacio cerrado. Un charco de agua poco profundo se ondula suavemente con la brisa del viento. A su vez, las imágenes de la garganta reflejada desde la cueva se arrojan al agua, una ilusión infinita de la naturaleza. La esencia de la "Cueva de la Luz" trae tanto ligereza como quietud al otrora oscuro túnel cubierto de rocío, invocando un sentimiento de soledad eterno.