El proyecto realizado por Meritxell Inaraja, sobre este edificio de tres plantas entre medianeras, responde a la necesidad de rehabilitar un edificio emblemático que terminó de construirse en 1936. El objetivo de la rehabilitación ha sido recuperar la función para la que fue concebido, adaptándolo a las necesidades actuales.
En el proyecto original la planta sótano se destinaba a almacén y servicios para los socios. La planta baja se destinaba a local de ventas y administración, mientras que la planta superior era un espacio social con cafetería.
El proyecto ha puesto especial atención en la recuperación de la fachada principal, con su cromatismo característico, y la conservación de diferentes elementos estructurales y acabados.
En la actualidad se le ha asignado un programa de usos polivalentes vinculados al emprendimiento de los jóvenes de la ciudad, la obra rehabilitación supone una excelente noticia en la recuperación de nuestra memoria histórica y arquitectónica.
Rehabilitación de la Unión de Cooperadores de Gavà por Meritxell Inaraja. Fotografía por Adrià Goula
Descripción del proyecto por Meritxell Inaraja
La Uni de Cooperadors de Gavà es un edificio emblemático, testigo de un momento histórico clave, y que surgió el año 1934 de una iniciativa de trabajadores de talleres y de industrias que se sumaron al movimiento cooperativista y tuvieron la visión de contratar el edificio a los arquitectos Josep Lluis Sert y Josep Torres Clavé, miembros del GATCPAC, que en ese momento ya sobresalían y cuyas obras han perdurado en el tiempo.
Al proyectar este edificio, situado en la Rambla de Gavà, Sert partió de la función para la que fue concebido; un espacio que en su interior debía propiciar las sinergias y la colaboración, y abierto al exterior para ser un dinamizador de la localidad. El resultado es una obra que aplica los principios de la arquitectura racionalista. Las dimensiones humanas del proyecto, son una clara influencia de la Escuela de la Bauhaus.
El proyecto actual, responde a la necesidad de rehabilitar un edificio emblemático que terminó de construirse en 1936 y no tardó en sufrir las consecuencias de la Guerra Civil perdiendo su uso original. El objetivo de la rehabilitación es recuperar la función para la que fue concebido, adaptándolo a las necesidades y contexto presente.
Es un edifico entre medianeras de tres plantas donde originalmente, la planta sótano se destinaba a almacén y servicios para los socios. La planta baja se destinaba a local de ventas y administración, mientras que la planta superior era un espacio social con cafetería.
Afortunadamente de esta época, se han conservado algunos de los elementos arquitectónicos más significativos y representativos de la arquitectura del GATCPAC, a pesar de las múltiples intervenciones que sufrió el edificio. Se conservaba parte de la fachada, la estructura de planta libre de pilares metálicos, forjados de vigueta metálica y bovedilla cerámica y la característica escala circular de la arquitectura de J. Ll. Sert.
La rehabilitación ha buscado devolver el edificio su estado original dotándolo de las prestaciones propias de un edificio de uso público contemporáneo. Con esta finalidad, se han eliminado los elementos superfluos que habían sido añadidos a la obra original, a la que Sert dotó de un lenguaje arquitectónico que perseguía la esencia, la sobriedad y la economía basada en la racionalidad.
Se ha priorizado la recuperación de la fachada principal, con su cromatismo característico, y la conservación y puesta en valor de los elementos estructurales originales que se conservaban y de acabados como la escalera, las barandillas y la carpintería.
La adaptación a la normativa vigente incluye la colocación de un ascensor en un punto estrategico del edificio que, con el menor impacto, lo dota de la accesibilidad requerida. Del mismo modo, las instalaciones se han ubicado en medianeras y forjados para preservar la planta libre del edificio.
Y aprovechando las múltiples transformaciones que sufrió la crujía de servicios posterior, se ha vaciado para crear un triple espacio y una nueva escalera de comunicación y unión vertical de todas las plantas, facilitando su adaptación a un nuevo uso.
El edificio se destinará a usos polivalentes vinculados al emprendimiento de los jóvenes de la ciudad, respetando sus orígenes como cooperativa así como el sueño de un grupo de trabajadores que dejaron un legado que es un símbolo de un movimiento cooperativista internacional y un testimonio de un estilo arquitectónico que cambió la forma de entender los edificios, la relación de estos con las personas y su entorno, y su dimensión política, económica y social.