Sin embargo, durante el proceso de construcción, nunca llegarían a instalarse. Para elii, estos hilos constituyen la evidencia de que, desde el primer momento, el edificio fue concebido como un nodo infraestructural de la ciudad; y que su supresión respondió a la ocultación de los procesos tecnológicos de dominación de la naturaleza, que se llevaron a cabo en las urbes modernas.
Siguiendo la pista de estos hilos, los arquitectos proponen acceder a la caja negra urbana, una ciudad invisible que existe bajo nuestros pies, poblada por diferentes “habitantes tecnológicos”: hilos, cables, tuberías, canalizaciones, redes de dispositivos, infraestructuras, estructuras, instalaciones, pozos, aljibes, tubos, túneles, conductos de saneamiento, albañales, alcantarillas, galerías, comunicaciones, etc., que, infatigables, trabajan de manera silenciosa para que todo pueda funcionar a “este lado”.
A partir de estos hilos, elii plantea cuestiones en torno a nuestros ecosistemas urbanos y las contradicciones y limitaciones de los modelos urbanos heredados de la modernidad, 101 años después de la apertura de este emblemático icono arquitectónico de Madrid.
Descripción del proyecto por elii
Desde su fundación como Palacio de Comunicaciones hace 101 años, el Palacio de Cibeles ha acogido muchas vidas y ha sido objeto de muchas miradas. De esa idea de mirar, de leer desde diferentes puntos de vista, surge esta serie de exposiciones, El Palacio visto por…, en la que con una periodicidad anual invitamos a diferentes artistas y arquitectos a plasmar de modo expositivo un recorrido de carácter más divulgativo a través de los archivos e historia del edificio y proponer una lectura personal del palacio. En esta edición de El Palacio visto por… contamos con la oficina de arquitectura elii.
A partir del estudio de la documentación de concurso y de obra del Palacio de Comunicaciones, elii ha podido constatar la desaparición, durante el proceso de construcción, de un elemento fundamental: los hilos que habían sido dibujados en los planos que los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi presentaron al concurso, en 1904; una red de cables que partían de la torre central del Palacio hacia la ciudad, pasando por los pináculos que coronan las fachadas del edificio.
Para elii, estos hilos constituyen la evidencia de que, desde el primer momento, el edificio fue concebido como un nodo infraestructural de la ciudad. Y su supresión no es otra cosa que la ocultación de los procesos tecnológicos de dominación de la naturaleza, que se llevaban a cabo en las urbes modernas.
Siguiendo la pista de estos hilos, accederemos a la caja negra urbana, una ciudad invisible que existe bajo nuestros pies, poblada por una suerte de “habitantes tecnológicos”: hilos, cables, tuberías, canalizaciones, redes de dispositivos, infraestructuras, estructuras, instalaciones, pozos, aljibes, tubos, túneles, tuberías, conductos de saneamiento, albañales, alcantarillas, galerías, comunicaciones, etc., que, infatigables, trabajan de manera silenciosa para que todo pueda funcionar a “este lado”, para que todo sea “normal”.
La exposición se plantea a partir de una constelación de textos e imágenes soportada por una serie de estructuras tensadas, formadas por dos elementos principales.
Primero, una matriz de pináculos; una versión contemporánea, a escala, de los pináculos que ornamentan las fachadas del Palacio.
Y, segundo, una red tensada, continua y ligera de hilos, que nos recuerdan los hilos del boceto original de la propuesta.
Los pináculos y los hilos se integran en el espacio expositivo de la misma manera que se integraban, en el Palacio de Comunicaciones, dos estructuras superpuestas. Por un lado, la estructura pesada, monumental, historicista y alegórica de las fachadas y los espacios fetichizados del Palacio. Y, por otro, y sobrepuesta a ésta, la estructura liviana, etérea y apenas perceptible de la red de hilos, aquella urdimbre tecnológica, hoy invisible y cajanegrizada, mediante la que el Palacio se conectaba con el mundo.
101 años después de la apertura de este emblemático icono, auténtico fetiche arquitectónico de Madrid, atravesaremos los espacios del Palacio, de la mano de este equipo de arquitectos, para adentrarnos en la caja negra urbana: el lugar donde las ciudades pactan sus relaciones con la naturaleza.