Hans Emil Meyer nació en Basilea, Suiza, en 1889, en el seno de una familia de arquitectos. Criado en un ambiente de ideas marxistas, su vida y obra se vieron fuertemente influenciadas por sus pensamientos hasta la fecha de su muerte en 1954. Se formó en un taller, alejado de una escuela superior. Su primera obra relevante fue la Siedlung Freidorf, un proyecto cooperativista que trataba de dar solución a las necesidades de la gente obrera.
Siendo ya arquitecto, se presentó a diferentes concursos junto a su compañero Hans Wittwer. Uno de los proyectos más conocidos que realizaron, fue la escuela primaria para mujeres en Basilea, Petersschule, de 1926. La obra destaca por sus espacios diáfanos, con los que buscaban una gran luminosidad dentro de las aulas. El proyecto plantea una interesante idea de elevar el espacio de patio de recreo sobre una gran plataforma, que permitía la creación de una plaza pública cubierta debajo de la misma.
El proyecto para el concurso de la Sociedad de las Naciones en Ginebra en 1927, a pesar de no ganar, se convritó en un importante referente para la Bauhaus y se transformó en un icono constructivista.
Inicios en la escuela de Dessau
Meyer conoció a Walter Gropius durante la inauguración de la Bauhaus de Dessau en 1927. Interesado en las capacidades y el carácter de Meyer, Gropius le invitó a formar parte del taller de arquitectura de la escuela de Dessau. Hannes aceptó y se incorporó al equipo docente de la Bauhaus en primavera de 1927. Permaneció en la escuela hasta 1930.
Inicialmente, fue de maestro de la sección de arquitectura, y realizaba cursos sobre cuestiones generales de la arquitectura. El taller no tuvo la recepción esperada, contando con algo menos de 10 estudiantes por semestre. Entre sus primeros alumnos se encontraba la primera mujer de la Bauhaus en estudiar arquitectura, Lotte Stam-Beese, con quien se vincularía sentimentalmente. Durante este periodo publicó sus proyectos previos en la revista de la Bauhaus.
En una segunda etapa, se mostró especialmente interesado en que se realizasen los proyectos que se presentaban en la escuela, con el fin de conseguir una formación integral de los alumnos. Inició un método de estudio en el que analizaba con sus estudiantes planos no ejecutados y construcciones realizadas. Su compañero Hans Wittwer dio continuidad a este procedimiento cuando Meyer fue nombrado director de la escuela.
Corte de pantalla. Vídeo. Hannes Meyer – der vergessene Direktor | 100 Jahre Bauhaus | SRF Kultur
Nombramiento como director de la Bauhaus
Apenas año y medio de su llegada a la Bauhaus, Gropius le nombró director de la escuela, después de que su primer candidato, Mies Van Der Rohe, rechazase inicialmente el puesto. Así, en 1928, Hannes Meyer se convirtió en el segundo director de la Bauhaus.
Su lema como director de la escuela fue “las necesidades de las personas en lugar de las necesidades lujosas”. Meyer no concebía la arquitectura como una acción artística, y anteponía el carácter social de la disciplina a la ornamentación. Esta idea le acarreó tensiones con los docentes del área artística de la Bauhaus, como Kandinsky, Klee o Schlemmer. La situación se agravó cuando los proyectos de los alumnos se comenzaron a comercializar, y consecuencia de un radical proceso de industrialización de los mismos la ornamentación quedaba reducida al mímimo.
Los ingresos de la Bauhaus provenían principalmente del estado. Gropius ya había iniciado un proceso de vinculación a la industria con el fin de independizarse económicamente del gobierno, que estaba sufriendo un periodo de crisis cuando Meyer se incorporó a la escuela. La estrategia consistió en proveer de productos creados en la misma escuela a las clases altas.
Meyer continuó inicialmente con este sistema, aunque distaba de sus convicciones políticas. Acabó amoldandola a su ideario, desarrollando en su lugar proyectos colectivos y más anónimos, como la escuela estatal de la ADGM en Bernau en 1928, en el que participaron en mayor o menor medida de todos los departamentos de la escuela. La autoría de este proyecto, provocó que la creciente tensión entre Witter y Meyer colapsara, desembocando en el abandono de Witter de la escuela en 1930.
La producción de artículos que salían a la venta creció entre los periodos de 1928 y 1929, mientras recibían cada vez más pedidos privados y distintas campañas. Durante el curso siguiente se dobló la productividad, generando notables ingresos tanto para la escuela, como para los propios alumnos.
Entre 1928 y 1930, Hannes fue el encargado de la organización urbanística de Dessau, a petición de la misma ciudad. Planteó un proyecto de trazado ortogonal, en el que confería el protagonismo a las necesidades básicas de vivienda, que fuesen asequibles y funcionales.
En su cambio de enfoque para la Bauhaus, Meyer promueve la participación de figuras de la política, las finanazas, la filosfía y la economía, acentuando el desarrollo de ideas sociales e ideológicas vinculadas con los movimientos obreros. Consecuencia de sus viajes, Meyer asumió un papel representativo impartiendo conferencias con títulos como "Construcción y educación", "La arquitectura liberada" y "La Bauhaus y la sociedad", centrándose en el enfoque mas social de la arquitectura.
Con esta idea de transformación de la cultura docente de la Bauhaus que la hiciese diferente a otras escuelas del mismo orden, Meyer buscó apoyos externos y también internos. Su apuesta por lo social y el proceso de construcción, frente a temas que potencian más el carácter artístico y ornamental de la arquitectura de la Bauhaus, le granjeó un gran número de opositores internos. Será este grupo de profesores los que terminaron por quejarse al gobierno de Anhalt y al alcalde de Dessau, y lo que provocó el cese de Meyer en 1930.
Siendo ya arquitecto, se presentó a diferentes concursos junto a su compañero Hans Wittwer. Uno de los proyectos más conocidos que realizaron, fue la escuela primaria para mujeres en Basilea, Petersschule, de 1926. La obra destaca por sus espacios diáfanos, con los que buscaban una gran luminosidad dentro de las aulas. El proyecto plantea una interesante idea de elevar el espacio de patio de recreo sobre una gran plataforma, que permitía la creación de una plaza pública cubierta debajo de la misma.
El proyecto para el concurso de la Sociedad de las Naciones en Ginebra en 1927, a pesar de no ganar, se convritó en un importante referente para la Bauhaus y se transformó en un icono constructivista.
Inicios en la escuela de Dessau
Meyer conoció a Walter Gropius durante la inauguración de la Bauhaus de Dessau en 1927. Interesado en las capacidades y el carácter de Meyer, Gropius le invitó a formar parte del taller de arquitectura de la escuela de Dessau. Hannes aceptó y se incorporó al equipo docente de la Bauhaus en primavera de 1927. Permaneció en la escuela hasta 1930.
Inicialmente, fue de maestro de la sección de arquitectura, y realizaba cursos sobre cuestiones generales de la arquitectura. El taller no tuvo la recepción esperada, contando con algo menos de 10 estudiantes por semestre. Entre sus primeros alumnos se encontraba la primera mujer de la Bauhaus en estudiar arquitectura, Lotte Stam-Beese, con quien se vincularía sentimentalmente. Durante este periodo publicó sus proyectos previos en la revista de la Bauhaus.
En una segunda etapa, se mostró especialmente interesado en que se realizasen los proyectos que se presentaban en la escuela, con el fin de conseguir una formación integral de los alumnos. Inició un método de estudio en el que analizaba con sus estudiantes planos no ejecutados y construcciones realizadas. Su compañero Hans Wittwer dio continuidad a este procedimiento cuando Meyer fue nombrado director de la escuela.
Corte de pantalla. Vídeo. Hannes Meyer – der vergessene Direktor | 100 Jahre Bauhaus | SRF Kultur
Nombramiento como director de la Bauhaus
Apenas año y medio de su llegada a la Bauhaus, Gropius le nombró director de la escuela, después de que su primer candidato, Mies Van Der Rohe, rechazase inicialmente el puesto. Así, en 1928, Hannes Meyer se convirtió en el segundo director de la Bauhaus.
Su lema como director de la escuela fue “las necesidades de las personas en lugar de las necesidades lujosas”. Meyer no concebía la arquitectura como una acción artística, y anteponía el carácter social de la disciplina a la ornamentación. Esta idea le acarreó tensiones con los docentes del área artística de la Bauhaus, como Kandinsky, Klee o Schlemmer. La situación se agravó cuando los proyectos de los alumnos se comenzaron a comercializar, y consecuencia de un radical proceso de industrialización de los mismos la ornamentación quedaba reducida al mímimo.
Los ingresos de la Bauhaus provenían principalmente del estado. Gropius ya había iniciado un proceso de vinculación a la industria con el fin de independizarse económicamente del gobierno, que estaba sufriendo un periodo de crisis cuando Meyer se incorporó a la escuela. La estrategia consistió en proveer de productos creados en la misma escuela a las clases altas.
Meyer continuó inicialmente con este sistema, aunque distaba de sus convicciones políticas. Acabó amoldandola a su ideario, desarrollando en su lugar proyectos colectivos y más anónimos, como la escuela estatal de la ADGM en Bernau en 1928, en el que participaron en mayor o menor medida de todos los departamentos de la escuela. La autoría de este proyecto, provocó que la creciente tensión entre Witter y Meyer colapsara, desembocando en el abandono de Witter de la escuela en 1930.
La producción de artículos que salían a la venta creció entre los periodos de 1928 y 1929, mientras recibían cada vez más pedidos privados y distintas campañas. Durante el curso siguiente se dobló la productividad, generando notables ingresos tanto para la escuela, como para los propios alumnos.
Entre 1928 y 1930, Hannes fue el encargado de la organización urbanística de Dessau, a petición de la misma ciudad. Planteó un proyecto de trazado ortogonal, en el que confería el protagonismo a las necesidades básicas de vivienda, que fuesen asequibles y funcionales.
En su cambio de enfoque para la Bauhaus, Meyer promueve la participación de figuras de la política, las finanazas, la filosfía y la economía, acentuando el desarrollo de ideas sociales e ideológicas vinculadas con los movimientos obreros. Consecuencia de sus viajes, Meyer asumió un papel representativo impartiendo conferencias con títulos como "Construcción y educación", "La arquitectura liberada" y "La Bauhaus y la sociedad", centrándose en el enfoque mas social de la arquitectura.
Con esta idea de transformación de la cultura docente de la Bauhaus que la hiciese diferente a otras escuelas del mismo orden, Meyer buscó apoyos externos y también internos. Su apuesta por lo social y el proceso de construcción, frente a temas que potencian más el carácter artístico y ornamental de la arquitectura de la Bauhaus, le granjeó un gran número de opositores internos. Será este grupo de profesores los que terminaron por quejarse al gobierno de Anhalt y al alcalde de Dessau, y lo que provocó el cese de Meyer en 1930.
Corte de pantalla. Vídeo. Hannes Meyer – der vergessene Direktor | 100 Jahre Bauhaus | SRF Kultur
Estancia en Moscú
Tras finalizar su labor en la escuela de la Bauhaus en 1930, partió junto a otros alumnos expulsados de la Bauhaus hacia Moscú, con el fin de proseguir con su carreras sin que sus ideas políticas les perjudicasen. Entre estos alumnos, cabe mencionar la presencia de Lena bergner, quien se convirtiría en la segunda esposa del suizo. Durante su estacia en la unión soviética no llegó a tener obra construida, pero junto a antiguos alumnos, participaron en el proyecto del plan quinquenal de Stalin, desarroyado entre los años 1928 y 1932. Finalmente, la politica de puertas cerradas del gobierno Stalinista, complicó el desaroyo profesional de Meyer, aunque se le concedió un puesto como profesor de la escuela de Moscú. Su estapa en la URSS terminó en 1936, año en el que volvió a su Suiza natal, donde permaneció hasta 1939, cuando aceptó la invitacion del presidente Lázaro Cárdenas para ejercer de nuevo en México.
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Estancia en México
En 1939 partió a México, donde trabajó en distintos puestos de organismos públicos como técnico asesor, y también como profesor en la escuela politécnica de México, puesto que compaginó con su labor proyectual como arquitecto. No obstante, no llegó a tener obra construida en este país. El cambio de gobierno en 1941 provocó que nuevamente, se viera obligado a renuciar al cargo docente en la escuela politécnica de México. Entre sus trabajos como urbanista, destacan tanto su trabajo de planificación de las Lomas de Becerra en marzo de 1942, o la Manzana de Corpus Christi, en la ciudad de México en 1945, de la que relizó tres propuestas, aunque no llegó a construir ninguna.
Su estancia en México duró 9 años, para terminar regresando a su Suiza natal en 1949, donde se dedicaría a realizar trabajos teóricos. Finalmente falleció en la comunidad de Crossifisso, en el sur de Suiza en julio de 1954,