Habla de como los edificios deben hacer sentir a sus ocupantes que son especiales, de las aportaciones de sus proyectos a la arquitectura, de la ausencia de forma (Museo Marítimo Danés) o de la forma como definidora de su identidad (VIA 57 West).
"Los grandes edificios expresan abiertamente su verdadera esencia al mundo". El afamado arquitecto danés Bjarke Ingels comparte aquí su historia personal y su audaz enfoque de la arquitectura, que cree que siempre debe ser lúdico, generoso y empático.
Habiendo alimentado el amor por el dibujo desde la infancia, Ingels, a los 18 años, se matriculó en la Escuela de Arquitectura de la Real Academia Danesa de Bellas Artes en 1993, sintiendo que la arquitectura sería "la pieza faltante perfecta para poder realmente dibujar mundos y poblar mundos". La escuela, sin embargo, demostró ser una institución muy conservadora donde casi no había ningún plan de estudios debido a la idea de que todo tenía que ser original. En respuesta a esto, Ingels y un amigo terminaron pasando sus primeros años en la biblioteca, buscando inspiración de otros arquitectos como Frank Gehry, Zaha Hadid y Rem Koolhaas: "Usted encuentra algo que le habla, y luego trata de comprender siguiendo sus fuentes, y esas fuentes tienen otras fuentes, y en algún punto las cosas se conectan ". A raíz de esto, Ingels siente que las ideas que usted presenta y las nuevas ideas que produce son esenciales para la arquitectura: "No solo importa la construcción que hagas, el modelo que muestra al mundo importa incluso más"