Esta intervención, inicialmente concebida como la propuesta del SonarMies de este año, se desplaza a una nueva fecha y encuentra una nueva motivación de las circunstancias surgidas de la pandemia.
Saliendo del reciente confinamiento, Katarzyna Krakowiak nos trae este innovador experimento al Pabellón Mies van der Rohe, que adopta la forma de una composición sonora como voz de nuestra vida vivida en común, una pregunta sobre el estado actual y la futura supervivencia de nuestra comunidad, su apertura, libertad y creatividad. Una llamada a la esperanza.
Saliendo del reciente confinamiento, Katarzyna Krakowiak nos trae este innovador experimento al Pabellón Mies van der Rohe, que adopta la forma de una composición sonora como voz de nuestra vida vivida en común, una pregunta sobre el estado actual y la futura supervivencia de nuestra comunidad, su apertura, libertad y creatividad. Una llamada a la esperanza.
Como resultado de una convocatoria abierta que trajo contribuciones de cientos de personas de todo el mundo, esta pieza sonora en constante expansión incluye palabras en una amplia gama de idiomas enviadas durante las semanas recientes. Palabras que los participantes quieren hacer perdurar. Palabras de las que quieren responsabilizarse y con las que quieren contribuir a la vida que vivimos todos juntos.
“Queríamos encontrar un nuevo lenguaje, una nueva narrativa sobre diseño y arquitectura a través del sonido. Me gusta la idea de hablar sobre ella no como una instalación sonora, sino como una escultura sonora”
Marcin Szczelina, comisario.
Esta iniciativa de la artista transforma el Pabellón Mies van der Rohe en un espacio de investigación, en un nuevo lenguaje de la arquitectura y una nueva arquitectura del lenguaje. Katarzyna Krakowiak compone una arquitectura que habla - no sólo con las palabras, sino también con los espacios entre ellas que abren un territorio de investigación crítica sobre la arquitectura, el lenguaje, nuestra comunidad actual y futura; un espacio de diversidad y diferencia. Presentada en el Pabellón, la composición polifónica es una colección de palabras – enviadas por los participantes, utilizadas en la búsqueda de un nuevo lenguaje común.
A propósito de esta intervención se han enviado más de 300 palabras en 14 idiomas diferentes de todo el mundo: polaco, chino, hebreo, japonés, vietnamita, inglés, italiano, ruso… entre otros. Todas ellas forman la pieza final.
“Estas posibles extensiones de la composición son fascinantes. Es importante que este proyecto esté abierto a todas las reacciones. Vivimos en una época de numerosas protestas, la situación global no sólo causa soledad o tristeza, sino también ira. Me interesa el espacio de penumbra entre las palabras – el espacio para la reacción, y en una situación que no está realmente planeada y organizada”
Katarzyna Krakowiak.
“Esto es lo interesante de esta pieza para el Pabellón. Puede funcionar cuando no hay nadie, con solo una persona dentro o con una gran multitud. Trabajando con el Pabellón de esta manera, en que la experiencia puede ser tan diferente dependiendo de la situación, la artista ha previsto cómo puede reaccionar la gente, no sólo a la pieza sino también al edificio”
Ivan Blasi, comisario – Fundació Mies van der Rohe.
La primera iteración del proyecto tiene lugar en Barcelona y online. Más adelante, la composición viajará a otras ciudades, construyendo espacios de traducción, tanto entre los idiomas de los participantes en el proyecto como entre las estructuras arquitectónicas y lingüísticas. Espacios en los que el horizonte se expande constantemente en direcciones todavía desconocidas.