Esta vez es Domènec, un artista con una amplia trayectoria sobre las estrategias políticas de la memoria histórica y el empoderamiento social, quien nos propone una reflexión en forma de ucronía. Una abstracción de cómo se habría podido ver el Pabellón Mies van der Rohe en el periodo de después de la Exposición de no haber sido desmantelado.
Su intervención nos suscita una imagen contrapuesta a la que tenemos de la montaña de Montjuïc en el contexto de la Exposición Internacional de 1929: la realidad social poco explicada de este mismo lugar en el periodo siguiente. La necesidad de mano de obra para el crecimiento de la ciudad, de lo que es exponente la Exposición Internacional, genera un flujo migratorio que en Montjuïc desemboca en barrios enteros de barracas y con la habilitación del Pabellón de Bélgica, el Palacio de las Misiones y el Estadio Olímpico para acoger o recluir personas sin recursos. Si el Pabellón Mies van der Rohe hubiera permanecido y también hubiese sido habilitado como refugio hubiera sido necesario buscar una manera de delimitar los espacios donde hacer vida: Domènec se remite a la imagen de la ropa tendida del artículo de Huertas Claveria en la revista Destino en 1966 y lo relata insertando imágenes, textos y objetos en el espacio del Pabellón.
'El Estadio, el Pabellón y el Palacio', es una colaboración entre el MACBA y la Fundació Mies van der Rohe en el marco de la exposición Domènec 'Ni aquí ni en ningún lugar' que se podrá visitar en el MACBA del 19 de abril al 11 de septiembre de 2018.