Descripción del proyecto por Romera y Ruiz Arquitectos
Reacción lógica al entorno, al contexto económico (crisis) y social (barrio periférico entre-‐barrancos); a la climatología (latitud sobre-‐expuesta a rayos UV); a los condicionantes del promotor, completar una manzana en parcela de 43,20x13 metros, conectar con niveles del edificio existente en medianera norte y ejecutar la obra de agosto a diciembre.
Modulación en rebanadas de 1,35m, dimensión óptima para la ejecución apresurada de la obra y conformadora de espacios de trabajo funcionales mínimos. Empleo de la prefabricación y elección mesurada de materiales con disponibilidad y tecnología insular (hormigón, aluminio y vidrio).
Interacción exterior-interior, a través de la búsqueda de la luz natural difusa confortable para trabajar; de la ventilación cruzada del Alisio, aire acondicionado gratis, sólo precisa entradas y salidas adecuadas; con la disposición a sur de fachada ventilada, a poniente más inercia térmica, sin conductividad. Fachada habitada configurada con terrazas-‐patios como plus al espacio de trabajo, que añade valor al programa, sensación de expansión y relación con otros módulos. Alzado opaco, protegido, con sombras auto-proyectadas. Temperatura interior menor que la exterior de 5 a 8 ºC, sin gasto energético. El edificio responde a las variaciones térmicas anuales, por ejemplo, mantiene la temperatura de confort en tres jornadas con calima.
Puesta en valor de las relaciones funcionales, indagaciones sobre disposiciones flexibles y adecuación entre usos y calidad espacial. Equilibrio entre superficies mínimas de usos y espacialidad en m3. Incorporación de relaciones diagonales, para ofrecer el dinamismo supuesto a estos programas, incubadoras para jóvenes emprendedores.
El resultado procura contraste entre la gravedad del exterior y la levedad del interior. Entre las sombras proyectadas de la envolvente y la luminosidad albergada. Juego entre materialidad y espacialidad en varias escalas de texturas de sombra y luz.