A las 172 viviendas del programa se accede desde corredores exteriores, en su mayoría en torno a un gran patio que permite que los vecinos no se aislen los unos con los otros, si no que se produzca una interacción común entre ellos, Incluso se desarolla una escalera en su exterior donde el patio ajardinado se comporta como un elemento más de las viviendas de los vecinos, un espacio donde observar, recorrer y disfrutar.
Descripción del proyecto por KAAN Architecten
Rodeado por las infraestructuras existentes, como un tranvía, una antigua línea de ferrocarril y la arteria principal de la Route de Sainte Luce, el sitio parece inicialmente aislado de su entorno. Al proponer una composición equilibrada de volúmenes y unir programas de uso mixto y espacios públicos, KAAN Architecten crea un segundo punto focal urbano, junto con la Place du Commandant Cousteau, en un vecindario principalmente residencial.
Extremadamente compacto, el proyecto cuenta con un zócalo multifuncional, compuesto por espacios comerciales, un supermercado y un aparcamiento. Por encima de esta base se elevan dos bloques residenciales de 5 plantas que comprenden 172 apartamentos en total. El primer volumen está dedicado a viviendas a precio de mercado, mientras que el segundo alberga un complejo de viviendas sociales.
Hacia el noroeste, el volumen de viviendas más grande se desarrolla alrededor de un espacioso patio con árboles, donde pasarelas externas con vista al entorno verde brindan acceso a los apartamentos de doble aspecto. Inspirada en la tradición de la arquitectura residencial holandesa, esta solución de circulación se adapta a su contexto y minimiza las conexiones verticales, permitiendo diversas configuraciones a las unidades de vivienda, desde espacios privados al aire libre hasta logias con áreas de estar. Además, estas anomalías de orientación están flanqueadas por pozos de luz que difunden la luz natural a los pisos inferiores: una ruptura vertical que genera espacios informales para fomentar la socialización de los residentes.
Al este, el segundo volumen alberga 39 apartamentos de vivienda social, que, según su ubicación, se benefician de una doble orientación, diferente tipología de logias y miran hacia los árboles o hacia la ciudad. Por último, al suroeste, el bloque de oficinas, organizado en torno a un núcleo central, refuerza la yuxtaposición de volúmenes y completa el nuevo paisaje urbano.
Monumental en su consistencia, la simple masa de Bottière Chénaie se acompaña de un repertorio coherente de superficies.
Monolítico a primera vista, el proyecto se enriquece con fachadas de alta calidad compuestas por una estructura regular de postes y vigas de 60 x 60 cm en hormigón prefabricado que genera grandes superficies transparentes y esquinas singulares totalmente acristaladas. La compacidad del proyecto permitió optimizar los estándares económicos y las recomendaciones ambientales a lo largo de todo el proceso de construcción. Las fachadas aportan abundante luz natural a los interiores y los vinculan de forma natural con la ciudad, tanto de día como de noche. Hacia los patios y pasarelas, las superficies verticales están revestidas con madera teñida de gris que les da una sensación doméstica característica y refuerza la dualidad entre exterior e interior al tiempo que eleva el espacio público interior como el corazón palpitante del proyecto.
Gracias a una meticulosa elección de materiales, una afinación de color equilibrada, un diseño funcional y una atención a los detalles, KAAN Architecten da forma a la nueva identidad del barrio con una elegante intervención, transformándola en un atractivo centro que se integra impecablemente en los crecientes suburbios de Nantes.