En edificio se sitúa en el sector sur del parque que rodea al Museo, a la orilla del lago. El visitante es recibido por un porche que lo abriga y prepara para introducirlo en el recinto. Todo el recorrido, interior y exterior, está definido por la presencia constante del paisaje finlandés, enmarcando espléndidas vistas y las obras de arte especialmente producidas para este proyecto.
El pabellón se realizó con una construcción ligera de madera, asentada sobre un zócalo de piedra artificial, que dialogan con prefabricados y muros de hormigón estriado tintado, buscando siempre una percepción delicada y suave. El espacio se configura por el juego de muros que dan forma a los espacios interiores con un carácter domestico, y a la generación de «patios» como impluviums de luz, creando para el visitante una interesante escenografía entre luz, arte y percepción.
Art Sauna por Mendoza Partida y BAX studio. Fotografía por Marc Goodwin, Archmospheres.
Art Sauna por Mendoza Partida y BAX studio. Fotografía por Marc Goodwin, Archmospheres.
Descripción del proyecto por Mendoza Partida y BAX Studio
Desde su ampliación en 2014, la experiencia que ofrece a los visitantes el Museo de Arte Contemporáneo Gösta Serlachius de Mänttä, Finlandia, va mucho más allá del acto de contemplar arte en un espacio ad hoc. Es un viaje que une momentos que aúnan paisaje, arte y arquitectura. En este sentido, Art Sauna, el nuevo espacio proyectado por Mendoza Partida y el estudio BAX, ambos estudios internacionales con sede en Barcelona, recibe al visitante y ofrece continuidad a esa experiencia, ahora en una escala aún más sutil, doméstica e íntima.
La experiencia Art Sauna comienza con su planteamiento. En el sector sur del parque que rodea el Museo, en un punto donde el sendero se acerca al nivel del agua, se crea una bifurcación muy discreta, que lleva suavemente a los visitantes a un lugar semisecreto donde se encuentran con un discreto porche acogedor que les prepara para lo que hay más allá. Todo el recorrido, interior y exterior, está definido por la presencia constante del paisaje finlandés, enmarcando espléndidas vistas con una arquitectura que actúa como refugio y fondo de las obras de arte especialmente producidas para este proyecto.
Los arquitectos Héctor Mendoza, Mara Partida y Boris Bezan proyectaron el nuevo espacio aplicando la lógica y el sentido común que en 2011, tras ganar un concurso internacional, proyectaron el pabellón Gösta existente. Es por esto que una de las principales estrategias fue fusionar Art Sauna con la topografía, haciéndola así parte del paisaje. El pabellón se construyó entendiendo y potenciando la construcción ligera de madera, relacionada con el bosque pero asentada sobre un sólido zócalo de piedra artificial. Ahora, el nuevo espacio de la sauna pertenece a la tierra, y este hecho abre un mundo de posibilidades para desafiar la construcción tradicional con una apariencia natural. Estando en contacto con el terreno, cobra especial protagonismo el uso de piedra natural y piedra artificial texturizada mediante encofrados creativos y hormigón estriado tintado, buscando siempre una percepción fina y suave similar a un entorno doméstico. Además, en la construcción de Art Sauna, los muros de contención dan forma a los espacios interiores, generando “patios” como mediadores donde la luz, las vistas y el arte abrazan sorpresivamente a los visitantes.
Art Sauna por Mendoza Partida y BAX studio. Fotografía por Marc Goodwin, Archmospheres.
Art Sauna por Mendoza Partida y BAX studio. Fotografía por Marc Goodwin, Archmospheres.
El proyecto opta por romper con la idea tradicional de relacionar dos de los principales espacios interiores: el vestuario y la sala de sauna. La solución fue conducir al visitante a través de un espacio singular y sorprendente, un vestíbulo exterior y un patio a modo de atrio de la domus del templo romano, antes de adentrarse en la construcción cilíndrica que alberga la sala o templo que es la sauna. Esta geometría ofrece un ambiente íntimo, de comunidad, de pertenencia. Para el interior, en tanto, se decidió trabajar con detalles delicados, como los perfiles de madera que definen simultáneamente asientos y revestimientos, enmarcando vistas que se abren hacia el arte y la naturaleza, con el lago y el horizonte como fondo de la imagen.
En el exterior hay una gran terraza que se contiene en tres de sus lados, ya sea por la construcción o por la naturaleza que la rodea, abriéndose completamente hacia el lago. Aquí, el centro de atención es la Mesa Candela. Esta pieza fue especialmente diseñada en memoria del arquitecto español Félix Candela, quien combinó con elegancia geometría y estática en estructuras espaciales apoyadas centralmente en un solo punto. La Mesa Candela está realizada con el mismo material que reviste las fachadas del edificio. Prefabricados de hormigón que de forma abstracta, en su tratamiento superficial, potencian la sencillez de su geometría arquitectónica.
Después, en el interior, viene una sala de estar que promueve un ambiente doméstico a la escala de un hogar acogedor. Este espacio permite la versatilidad, con la posibilidad de crear diferentes distribuciones espaciales, desde grupos de mesas más pequeñas hasta una mesa larga con capacidad para 30 personas. Su singular cubierta, con un sistema de cuatro bóvedas de madera, está diseñada para dar continuidad y amplitud a los espacios que abraza o vincula con fluidez. Esta fluidez contrasta con un gran ventanal de ocho metros de largo que enmarca el paisaje horizontalmente y lo atrae inesperadamente al ambiente interior.
El comedor se apoya en una zona de cocina, una zona de cata de vinos en torno a una mesa circular de diseño especial con módulos móviles que aportan versatilidad tanto en su uso como en su distribución, y una sala de estar junto a la chimenea. En su posición junto a la terraza, esta chimenea presta un doble servicio, abriéndose a las actividades al aire libre que propicia.