El expresionismo es un movimiento artístico que nace a principios del siglo XX en la pintura y en la arquitectura se manifiesta en los primeros años de entreguerras. Dentro de la arquitectura, el expresionismo manifiesta la aparición de elementos románticos y se caracteriza por la por la exaltación de los valores expresivos. Designa el rechazo de lo útil y el refugio de la utopía durante la republica de Weimar. Estos ideales de utopía son abandonados, a mediados de los años veinte, en un intento de reconstrucción que finalmente se convertiría en el racionalismo arquitectónico moderno.
Rudolf Steiner (1861-1925), fundador de la antroposofía, es un referente del expresionismo en las primeras décadas del siglo XX. Steiner, que en toda su vida como arquitecto proyecto y construyo alrededor de 14 edificios entre los años 1907 y 1925, y se caracterizo por una liberación de las limitaciones arquitectónicas tradicionales, fundamentalmente excluyendo el uso del ángulo recto.
En 1883, Steiner empieza a trabajar sobre los escritos de Johann Wolfgang von Goethe dentro de los archivos Goethe en Weimar, convirtiéndose en uno de sus mayores conocedores. Termina sus estudios en 1987 con la publicación del ensayo “Goethe y sus concepción del mundo”. Se afilia a la Sociedad Teosófica en 1902 siendo su secretario general fundando al mismo tiempo una sección alemana. Años después funda la Sociedad Antroposofía e idea un edificio mitad templo mitad teatro como nueva estirpe de edificios de culto.
En 1913 comienza los trabajos para la realización del primer centro mundial del movimiento antroposófico: el primer Goetheanum. El edificio fue construido casi totalmente de madera usando constructores de barcos para realizar sus formas redondeadas. Steiner propuso para este edificio dos cúpulas en una planta radial, esto hacía referencia a que el centro de energía de la antroposofía era un sistema de creencias e ideales, un cosmograma. Este edificio se convirtió en una diminuta colonia de personas, situadas en Dornach, que buscaban respuestas espirituales en torno a Steiner.
Fue destruido en la Nochevieja del 31 de diciembre de 1922 al 1 de enero de 1923 por un incendio, que supuestamente fue provocado por el nazismo, al estar ideológicamente en contra del movimiento Antroposófico.
De esta forma interpreta Manfredo Tafuri a Steiner en su libro “La Arquitectura Contemporánea”:
“En el filón expresionista, cuyas articulaciones, por otra parte, son múltiples, se insertan figuras como el teófolo Rudolf Steiner, autor del primero y el segundo Goetheanum en Dornach (1913-1920 y 1924-1928), obras de misticismo idealista, síntesis de geometrías esotéricas y aspiraciones cosmológicas (…)”
Entre los expresionistas más importantes está Otto Bartning, Henry van de Velde, Bruno Taut por su arquitectura alpina, Peter Behrens por su monumentalidad y Mendelsohn su exaltación racionalista.