El estudio Hombre de Piedra Arquitectos emplea formas no ortogonales que recuerdan al orgánico mundo submarino, con ángulos abiertos que favorecen la circulación y los flujos fluidos de los usuarios. Se emplea una arquitectura industrializada modular, que dan una forma y tamaño coherente al edificio.
La geometría interior de pentágonos se remata con grandes lucernarios, que se asemejan a moluscos, inspirándose en los mosaicos romanos o en el trencadís. La Luz procedente de los lucernarios sugiere un paisaje subacuático, creando u ambiente placentero. La estructura metálica interior queda a la vista como en los antiguos mercados catalanes.
Terminal pública de pasajeros de Tarragona por Hombre de Piedra Arquitectos. Fotografía por Simón García.
Descripción del proyecto por Hombre de Piedra Arquitectos
La arquitectura industrializada modular off-site proyectada para esta terminal utiliza una geometría no ortogonal, lo que facilita el movimiento de pasajeros y permite su fácil adaptación a las necesidades futuras. Los ángulos abiertos de esta geometría favorecen los flujos de pasajeros (que con ángulos rectos se verían entorpecidos) y la modularidad permite una evolución coherente en el tamaño y forma del edificio. La geometría planteada representa además una victoria del orgánico mundo submarino sobre la dureza hormigonada de los puertos.
La gran escala de los cruceros da al pasajero una perspectiva aérea que convierte la cubierta en la fachada principal del edificio. Una trama singular revela la geometría interior de pentágonos, irregulares aunque todos iguales, rematada por grandes lucernarios que asemejan moluscos. Un guiño al pasado de la zona que va desde los mosaicos romanos al trencadís.
Interiormente, esa animada geometría se dibuja en las estructuras metálicas que quedan vistas en el techo, como la de los antiguos mercados catalanes. La luz natural interior se diseña para sugerir un paisaje subacuático que hace el tránsito mucho más placentero.
Esta arquitectura ofrece otras ventajas objetivas.
Sostenibilidad.
El proyecto reduce el 55% en los residuos y el 60% en la emisión de CO2, es fácilmente ampliable, desmontable y trasladable y reciclable, con una eficiencia energéticamente con calificación A.
Plazos, calidad y fiabilidad.
Ejecutado en un corto espacio de tiempo y de manera fiable. El tiempo es dinero siempre, especialmente cuando se trata de ocupar un muelle de puerto con una obra. Además, una construcción rápida evita molestias al ciudadano y agresiones continuadas al paisaje y al medio. Su construcción mediante arquitectura industrializada modular ha permitido realizar el grueso de la obra en menos de 10 meses. La construcción modular ha dado fiabilidad y cali-dad a la construcción, al evitar la incertidumbre y caos que conllevan las obras tradicionales debido a su naturaleza artesanal y a la escasez de personal cualificado. La mayor parte de la obra se ha fabricado en Almería.
Economía.
La especial estrategia de proyecto y de su arquitectura, ha permitido una obra con un coste inferior a la media de este tipo de edificios públicos de transporte con altas exigencias reglamentarias y de instalaciones. Por ejemplo, la ligereza del edificio, ha permitido un considerable ahorro en cimentaciones. Si se hubiera tratado de una construcción convencional pesada, la limitada capacidad portante de este muelle ganado al mar, hubiera obligado a usar pilotes muy profundos anclados al lecho marino que hubieran encarecido de manera considerable la construcción.