Guillaume Ramillien Studio. Desde 2008, el estudio de Guillaume Ramillien ha liderado por su voluntarismo, generosidad e innovación, proyectos en varias escalas, desde la arquitectura hasta las de objetos y paisajes, nutriendo continuamente su enfoque de las especificidades de cada una de estas diferentes escalas y, por supuesto, su complementariedad. .
Guiados por las nociones de intermitencia y finitud de los recursos en el actual contexto de convulsiones climáticas y ecológicas, sus propuestas buscan potenciar las diferentes formas de energía, humana y natural, de los lugares donde operamos, todo ello preservando su equilibrio.
El trabajo de estudio de Guillaume Ramillien se basa en una sensibilidad particular a las identidades únicas de los lugares bajo nuestra consideración; una sensibilidad alimentada por la realidad física del lugar, su atmósfera y materialidad, y lo que el lugar nos recuerda y nos sugiere. Dan una «alta prioridad» a la noción de medio ambiente, ya sea geológico, biológico, atmosférico o cultural, consideran la arquitectura como un arte de calificar, y a menudo fijar, los ecotonos de los entornos antropizados. Al enriquecer sus valores, también ven nuestra arquitectura como un arte de manipular el tiempo y las atmósferas creadas por la implementación de materiales y energías con cualidades visibles e invisibles, como las sensuales, poéticas y evocadoras.
Guiados por las nociones de intermitencia y finitud de los recursos en el actual contexto de convulsiones climáticas y ecológicas, sus propuestas buscan potenciar las diferentes formas de energía, humana y natural, de los lugares donde operamos, todo ello preservando su equilibrio.
El trabajo de estudio de Guillaume Ramillien se basa en una sensibilidad particular a las identidades únicas de los lugares bajo nuestra consideración; una sensibilidad alimentada por la realidad física del lugar, su atmósfera y materialidad, y lo que el lugar nos recuerda y nos sugiere. Dan una «alta prioridad» a la noción de medio ambiente, ya sea geológico, biológico, atmosférico o cultural, consideran la arquitectura como un arte de calificar, y a menudo fijar, los ecotonos de los entornos antropizados. Al enriquecer sus valores, también ven nuestra arquitectura como un arte de manipular el tiempo y las atmósferas creadas por la implementación de materiales y energías con cualidades visibles e invisibles, como las sensuales, poéticas y evocadoras.
