Ahora bien, más allá del uso público que ofrece el nuevo edifico, la forma y el volumen de este permiten una integración fluida en el entorno y proponen una identidad clara para el centro.
Los materiales crudos y sostenibles que consiguen reducir los costes de mantenimiento que, realmente, se emplean principalmente como herramienta para proponer una arquitectura contemporánea sobria y atemporal, tanto en el interior como en el exterior.
Descripción del proyecto por RAUM architects
Una suave integración en el paisaje que acompaña el desarrollo de la ciudad.
Ni en el centro de la ciudad, ni realmente en su periferia, con respecto al desarrollo urbano de la parte norte de la calle Pierres blanches, la ubicación del proyecto ofrece la oportunidad de reforzar el desarrollo de la ciudad afirmando el carácter público de estas instalaciones y equipamientos.
La integración del centro en el emplazamiento del proyecto pretende responder a los siguientes objetivos.-
- Reforzar la continuidad paisajística entre el Norte y el Sur.
- Permitir, a través de la implantación del proyecto y sus relaciones con los espacios exteriores, la protección acústica del barrio.
- Ofrecer una identidad de lugar de este nuevo centro asociativo y cultural promoviendo el desarrollo del centro deportivo.
- Crear sobre la oportunidad que ofrece el paisaje existente: un espacio verde de calidad en la parte sur de la parcela.
Reforzar la continuidad paisajística entre la parte norte y la parte sur de la parcela.
El desarrollo oriental de Saint-Jean-de-Boiseau sigue la trayectoria de la carretera D58 con el crecimiento de un tejido parcelario construido por largas y estrechas parcelas perpendiculares que componen un tejido urbano difuso relativamente homogéneo.
El desarrollo de las viviendas en la parte norte de la calle Pierres Blanches y la continuación de un camino sutil que une el Norte / Sur, a través del callejón Camino de la resistencia, ofrece la oportunidad de continuar este paseo y el corredor verde que acompaña a este último.
Distanciar las zonas ruidosas de los residentes del barrio.
Más allá de la calidad del acceso (ciclista y peatonal) para los residentes, la afirmación clara de esta continuidad en el paisaje ofrece, sobre el modelo de los setos, una verdadera delimitación entre el polo de equipamientos públicos y las viviendas cercanas.
Los principios generales de implantación integran no sólo la parcela en el sitio, razonando a escala de la ciudad, sino que también permiten distanciar las zonas expuestas al ruido de las viviendas cercanas.
Una nueva polaridad de la vida pública.
La implantación del proyecto cerca de la zona arbolada ofrece una alta calidad de uso a los espacios exteriores de la sala de actividades. El tratamiento de la interfaz entre la calle y el centro cultural está pensado en la continuidad de las parcelas existentes, perpendiculares a la calle, para evitar "excluir" el proyecto mediante demasiados planos visuales sucesivos: 4 franjas de paisajismo conectan claramente el proyecto con la calle ofreciendo, cada una de ellas, un uso específico.
- Al oeste, a lo largo del paseo.- el espacio verde creado ofrece generosamente una continuidad con la zona arbolada.
- Frente a la entrada principal.- la explanada, extendida hacia la calle facilita el acceso de los peatones/ciclistas evitando la peligrosa circulación en el aparcamiento.
- Al este, se crea una zona de aparcamiento cerca de los campos deportivos.
La disposición del proyecto en la parcela y el paisajismo de los espacios exteriores tienen como objetivo apoyar una diversidad de usos ofreciendo un nuevo espacio público de calidad y apoyando una futura evolución del centro deportivo y de toda la zona al este de Saint-Jean-de-Boiseau.
«La contemporaneidad de una escritura arquitectónica, sobria y lúdica»
Más allá del uso público que ofrece el nuevo pabellón de actividades, la forma y el volumen de este último, permiten una integración fluida en el entorno del contexto y proponen una identidad de un carácter de evento afirmado.
Los materiales crudos y sostenibles (terracota, hormigón, madera) minimizan los costes de mantenimiento pero se emplean principalmente como herramienta para proponer una arquitectura contemporánea sobria y atemporal.
La calidad de estos materiales estructura el entorno ambiental, tanto en el interior como en el exterior, y participa plenamente en la singularización del proyecto y su "atmósfera": la sobriedad de los materiales nobles confiere a todos los espacios el carácter solemne necesario para determinados usos, pero también permite destacar la calidad de los activos espaciales.
Los grandes espacios de acogida (vestíbulo, sala de recepción, sala de reuniones, sala de música) se benefician de techos muy altos y de generosas aberturas que enmarcan el paisaje, y permiten presenciar las importantes porosidades que se crean entre los espacios interiores y los espacios exteriores de cualidades diferenciadas en el uso.
Estos dos instrumentos arquitectónicos, forma y experimentaciones materiales, participan plenamente en la propuesta de una heterogeneidad volumétrica coherente, que ofrece en un volumen monolítico interpretaciones plurales de las funciones y los usos del centro situándolo en un contexto geográfico más amplio.