Durante sus treinta años de carrera, son responsables de numerosos proyectos tanto en su país como fuera, incluidos sitios como Hong Kong o India. Rápidamente llamaron la atención por su diseño para el Instituto de Neurociencias (1995) en California, denominado "monasterio para científicos". La Fundación Barnes (2012) en Filadelfia, reproduce hábilmente la atmósfera majestuosa de su antigua ubicación al tiempo que ofrece nuevos elementos para que el público se involucre con su colección de arte inimitable.
En 2016 fueron seleccionados por el ex-presidente Barack Obama para diseñar el Centro Presidencial Obama en Chicago, cuya finalización está programada para 2022. A lo largo de su trabajo, sin importar la complejidad, conservan los valores de su práctica y se esfuerzan por dejar buenas marcas en la tierra.
Williams y Tsien proceden de diferentes culturas y personalidades; Williams viene del medio oeste: honesto y trabajador con una energía ilimitada. Tsien, una estadounidense de origen chino nacida en Ithaca, Nueva York, se describe a sí misma como culturalmente estadounidense y temperamentalmente china. Con frecuencia está puedes encontrala inmersa leyendo una novela, ampliando su comprensión del mundo. "Si traigo las ondas y el clima, ella trae el sol", dice Williams. Estas diferencias están equilibradas por un respeto mutuo, integridad y espíritu de colaboración reflejado en su enfoque de diseño. "Nos metemos en discusiones", se ríe Williams. “Sin embargo, nos gusta trabajar juntos. Si trabajáramos individualmente, la calidad de nuestra producción se reduciría a la mitad".
La lista de ganadores anteriores del premio Praemium Imperiale en la categoría de Arquitectura incluye a Ricardo Legorreta, Kenzo Tange, Tadao Ando, Zaha Hadid, Frank Gehry, Norman Foster, Alvaro Siza, David Chipperfield, Peter Zumthor, Jacques Herzog y Pierre de Meuron, y más recientemente, Christian de Portzamparc, Rafael Moneo, Paulo Mendes da Rocha, Dominique Perrault y Steven Holl.
El 16 de octubre se celebrará una ceremonia de entrega de premios en Tokio, donde cada uno de los galardonados recibirá una medalla del príncipe japonés Hitachi junto con una carta testimonial y un honorario de 15 millones de yenes (125.243 €).