La recuperación de este pequeño proyecto se realiza con una cuidadosa y delicada atención al detalle, un tratamiento que debe ser respetuoso y no debe destruir ni modificar el edificio existente, atendiendo a la idea de un espacio compartido y temporal dado que los usuarios tendrán un alquiler por 10 años. Lo dual entre lo permanente y nuevo, como el volumen del aseo público, y el programa de espacio de oficinas alojado en el antiguo, que será sólo temporal.
Con esta idea de permanencia y transitoriedad los materiales utilizados siguen esa misma dualidad, destacando el muro interior realizado con una estructura de madera y que está recubierto de un tablero de policarbonato traslúcido. En el aseo público el hormigón in situ es el material principal, con una textura de tablas y color que dialogan con el antiguo edificio y lo enriquecen con una textura de tabla.
Mercado-U por Behet Bondzio Lin Architekten. Fotografía por Te-Fan Wang
Mercado-U por Behet Bondzio Lin Architekten. Fotografía por Te-Fan Wang
Descripción del proyecto por Behet Bondzio Lin Architekten
Rehabilitación del histórico mercado Hsin-Fu de Taipei.
En cuanto a la conservación del histórico mercado Hsin Fu, el proyecto pretende llegar a comprender su existencia a través del diseño del edificio y su estado físico.
El mercado Hsin Fu, construido en 1935 en el distrito de Wanhua, el más antiguo de Taipei, se diseñó basándose en la forma sigue a la función. La planta en forma de herradura proporciona un espacio de logia como los que se encuentran en la tipología de plazas públicas donde se instalaban los mercados tradicionales. Desde su proyecto original, el mercado de HsinFu se diferencia notablemente del mercado tradicional, normalmente más permeable.
La higiene fue un punto clave en el diseño de la sección del espacio. El vacío del atrio de 3 metros de altura y las ventanas apiladas proporcionan la luz y la ventilación necesarias para el mercado. La planta interior consta de dos puestos ligeramente elevados y un cómodo espacio de paso. En el interior del mercado había más de 30 puestos, los vendedores y los clientes eran taiwaneses y japoneses, por lo que los productos y la vida del mercado eran una representación bien mezclada de la sociedad de la época.
El nuevo proyecto exige lo efímero, reflejando la cronología temporal (10 años de alquiler) y la situación inconsistente de los usuarios (compartir el espacio de las oficinas). También debe responder a la mezcla de espacio público y privado, así como abordar la cuestión de la implementación de nuevos equipos de construcción sin destruir o modificar el estado del edificio existente.
Mercado-U por Behet Bondzio Lin Architekten. Fotografía por Te-Fan Wang
El proeyecto se divide en dos partes: el espacio de oficinas compartidas dentro del edificio original y el nuevo aseo público. En términos de masa, el nuevo diseño conserva la forma de U del diseño original y genera un volumen abierto entre la masa antigua y la nueva. Este callejón cubierto y semiexterior servirá de espacio de mediación para contrastar las dos masas. Es interesante que el uso del nuevo macizo como aseo público dure más tiempo en comparación con el programa de espacio de oficinas alojado en el antiguo, que será sólo temporal. Por ello, se ha elegido el hormigón in situ como material principal, imitando el color del exterior granolítico del antiguo edificio.
El programa del antiguo edificio incluye una oficina compartida, una sala de conferencias del Aula de Cocina, un espacio de exposiciones, una sala de reuniones y una cafetería. Debido al carácter efímero de la intervención, elegimos madera contrachapada de alerce, típicamente utilizada como soporte de mobiliario, para construir un muro de 1,2 metros de grosor que alberga todos los equipos mecánicos necesarios, el almacenamiento, la circulación vertical y los equipos de proyección. El grueso muro está recubierto de un tablero de policarbonato translúcido pegado directamente sobre el armazón de madera, como los vendedores del mercado al aire libre. La translucidez define una partición pública y privada; ofrece un grosor que es a la vez transparente y contextual. Según el uso, este espesor es a la vez tabique y espacio. Acentúa la presencia del atrio, transformando en sólido lo que antes era el vacío del edificio. Mientras tanto, este grueso muro también se convierte en un pasillo circular de exposición, mediando entre lo antiguo y lo nuevo en un intento de provocar la curiosidad. Este diálogo proporciona una plataforma para que uno vuelva a entender la importancia y el deber de este edificio histórico en la actualidad.